Nueva Biblia Latinoamericana
Porque el día que salgas y pases el torrente Cedrón, ten por cierto que sin duda morirás; tu sangre recaerá sobre tu cabeza." (1 Reyes 2:37)
Entonces Simei dijo al rey: "La palabra es buena; como ha dicho el rey mi señor, así lo hará su siervo." Y vivió Simei en Jerusalén muchos días. (1 Reyes 2:38)
Pero aconteció que después de tres años, dos de los siervos de Simei huyeron a donde Aquis, hijo de Maaca, rey de Gat. Le avisaron a Simei: "Tus siervos están en Gat." (1 Reyes 2:39)
Simei se levantó, ensilló su asno y fue a Gat a ver a Aquis para buscar a sus siervos. Fue, pues, Simei y trajo sus siervos de Gat.
Pero informaron a Salomón que Simei había ido de Jerusalén hasta Gat y había vuelto. (1 Reyes 2:41)
Entonces el rey envió a llamar a Simei y le dijo: "¿No te hice jurar por el SEÑOR y te advertí seriamente: 'El día que salgas y vayas a cualquier parte, ten por seguro que ciertamente morirás'? Y tú me dijiste: 'La palabra que he oído es buena.' (1 Reyes 2:42)
¿Por qué, entonces, no guardaste el juramento del SEÑOR y el mandamiento que te impuse?" (1 Reyes 2:43)

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1 Reyes 2:40 - Referencia Cruzada

También les dijo: "Estén atentos y cuídense de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes." (Lucas 12:15)
Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores. (1 Timoteo 6:10)
Perturba su casa el que tiene ganancias ilícitas, Pero el que aborrece el soborno, vivirá. (Proverbios 15:27)