Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Simei dijo al rey: "La palabra es buena; como ha dicho el rey mi señor, así lo hará su siervo." Y vivió Simei en Jerusalén muchos días. (1 Reyes 2:38)
Pero aconteció que después de tres años, dos de los siervos de Simei huyeron a donde Aquis, hijo de Maaca, rey de Gat. Le avisaron a Simei: "Tus siervos están en Gat." (1 Reyes 2:39)
Simei se levantó, ensilló su asno y fue a Gat a ver a Aquis para buscar a sus siervos. Fue, pues, Simei y trajo sus siervos de Gat. (1 Reyes 2:40)
Pero informaron a Salomón que Simei había ido de Jerusalén hasta Gat y había vuelto.
Entonces el rey envió a llamar a Simei y le dijo: "¿No te hice jurar por el SEÑOR y te advertí seriamente: 'El día que salgas y vayas a cualquier parte, ten por seguro que ciertamente morirás'? Y tú me dijiste: 'La palabra que he oído es buena.' (1 Reyes 2:42)
¿Por qué, entonces, no guardaste el juramento del SEÑOR y el mandamiento que te impuse?" (1 Reyes 2:43)
Dijo además el rey a Simei: "Tú sabes todo el mal que hiciste a mi padre David, que tú reconoces en tu corazón; el SEÑOR, pues, hará recaer tu mal sobre tu propia cabeza. (1 Reyes 2:44)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Reyes 2:41":

Dr. Roberto Miranda
Vivir en tiempos de normalidad
En este sermón, el pastor habla sobre la historia de la Sunamita y la importancia de buscar a Dios con pasión y persistencia, así como de bendecir y apoyar a la iglesia. También se centra en el liderazgo espiritual de los hombres y la generosidad en la iglesia, y destaca la bendición que viene al preferir a Dios sobre todas las cosas.


Isaías Rivera
El Rey ha mandado Su carro para buscarte
La historia de Mefi-boset y cómo el Rey David lo acogió en su mesa a pesar de su discapacidad, enseñando la importancia de reconocer el valor humano y ofrecer protección y seguridad.


1 Reyes 2:41 - Referencia Cruzada