Nueva Biblia Latinoamericana
Mire, padre mío, mire la orilla de su manto en mi mano. Puesto que corté la orilla de su manto y no lo maté, reconozca y vea que no hay maldad ni rebelión en mis manos y que no he pecado contra usted, a pesar de que usted acecha mi vida para quitármela. (1 Samuel 24:11)
Juzgue el SEÑOR entre usted y yo y que el SEÑOR me vengue de usted, pero mi mano no será contra usted. (1 Samuel 24:12)
Como dice el proverbio de los antiguos: 'De los malos procede la maldad,' pero mi mano no será contra usted. (1 Samuel 24:13)
¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigue? ¿A un perro muerto? ¿A una pulga?
Sea el SEÑOR juez y decida entre usted y yo; que El vea y defienda mi causa y me libre de su mano." (1 Samuel 24:15)
Cuando David acabó de decir a Saúl estas palabras, Saúl dijo: "¿Es ésta tu voz, David, hijo mío?" Entonces Saúl alzó su voz y lloró. (1 Samuel 24:16)
Y dijo a David: "Eres más justo que yo, porque tú me has tratado bien mientras que yo te he tratado con maldad. (1 Samuel 24:17)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Samuel 24:14":

Brandt Gillespie
David grita
El Salmo 51 es un relato sobre el arrepentimiento de David y el perdón divino.


Nancy G. Marquez
Satisfechos en Dios
En el Salmo 17, David pide protección contra los opresores y busca ser recto y agradable a Dios en todos sus caminos.author: Nancy G. Marquez,title: Satisfechos en Dios,summary: El Salmo 17 es una oración sincera de David pidiendo protección contra los opresores y pidiendo a Dios que esté atento a su clamor. Él busca ser recto y agradable a Dios en todos sus caminos. Termina la oración diciendo que estará satisfecho cuando despierte a la semejanza de Dios. El creyente sabe que encontrará su satisfacción completa cuando esté en la presencia del Señor, habiendo hecho todo lo posible por vivir semejante a Él aquí en la tierra.


1 Samuel 24:14 - Referencia Cruzada

Su mujer Jezabel le dijo: "¿No reinas ahora sobre Israel? Levántate, come, y alégrese tu corazón. Yo te daré la viña de Nabot de Jezreel." (1 Reyes 21:7)
Entonces los hombres de Efraín le dijeron: "¿Qué es esto que nos has hecho, al no llamarnos cuando fuiste a pelear contra Madián?" Y lo criticaron duramente. (Jueces 8:1)
Y el Filisteo dijo a David: "¿Acaso soy un perro, que vienes contra mí con palos?" Y el Filisteo maldijo a David por sus dioses. (1 Samuel 17:43)
Pero al regresar David para bendecir su casa, Mical, hija de Saúl, salió al encuentro de David, y le dijo: "¡Cómo se ha distinguido hoy el rey de Israel! Se descubrió hoy ante los ojos de las criadas de sus siervos, como se descubriría sin decoro un insensato." (2 Samuel 6:20)
Ahora pues, no caiga mi sangre a tierra, lejos de la presencia del SEÑOR; porque el rey de Israel ha salido en busca de una pulga, como quien va a la caza de una perdiz en los montes." (1 Samuel 26:20)
Entonces Abisai, hijo de Sarvia, dijo al rey: "¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? Déjeme que vaya ahora y le corte la cabeza." (2 Samuel 16:9)
Abner se enojó mucho por las palabras de Isboset, y dijo: "¿Acaso soy yo cabeza de perro que pertenece a Judá? Hoy he mostrado bondad hacia la casa de tu padre Saúl, hacia sus hermanos y hacia sus amigos, y no te he entregado en manos de David; sin embargo, tú me acusas hoy de una ofensa con esta mujer. (2 Samuel 3:8)
El se postró de nuevo, y dijo: "¿Quién es su siervo, para que tome en cuenta a un perro muerto como yo?" (2 Samuel 9:8)