Nueva Biblia Latinoamericana
Acab entonces se fue a su casa disgustado y molesto a causa de la palabra que Nabot de Jezreel le había dicho; pues dijo: "No le daré la herencia de mis padres." Acab se acostó en su cama, volvió su rostro y no comió. (1 Reyes 21:4)
Pero Jezabel su mujer se acercó a él, y le preguntó: "¿Por qué está tu espíritu tan decaído que no comes?" (1 Reyes 21:5)
Entonces Acab le respondió: "Porque le hablé a Nabot de Jezreel, y le dije: 'Dame tu viña por dinero; o, si prefieres, te daré una viña en su lugar.' Pero él dijo: 'No te daré mi viña.'" (1 Reyes 21:6)
Su mujer Jezabel le dijo: "¿No reinas ahora sobre Israel? Levántate, come, y alégrese tu corazón. Yo te daré la viña de Nabot de Jezreel."
Y ella escribió cartas en nombre de Acab, las selló con su sello y envió las cartas a los ancianos y a los nobles que vivían en la ciudad con Nabot. (1 Reyes 21:8)
Y escribió en las cartas: "Proclamen ayuno y sienten a Nabot a la cabeza del pueblo. (1 Reyes 21:9)
Sienten a dos hombres malvados delante de él que testifiquen contra él, diciendo: 'Tú has blasfemado a Dios y al rey.' Entonces sáquenlo y apedréenlo para que muera." (1 Reyes 21:10)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Reyes 21:7":

Dr. Roberto Miranda
Guerra Espiritual (Parte 2)
Este artículo habla sobre la importancia de estar alerta y preparados en la guerra espiritual contra el enemigo, rodearnos de gente sabia y madura en el Espíritu Santo para recibir consejo y discernimiento en nuestras decisiones, y ser temerosos de Dios y obedientes a su voluntad. También se menciona la importancia de discernir cuándo es tiempo de perdonar y cuándo es tiempo de actuar con violencia, y se pide a la iglesia que declare la palabra de Dios en seriedad y rectitud.


Dr. Roberto Miranda
Dale a Dios primero
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de darle a Dios el primer lugar en nuestra vida, la obediencia a Dios para activar nuestro poder en el Reino y su compromiso con el evangelismo regional en Nueva Inglaterra.


1 Reyes 21:7 - Referencia Cruzada

Entonces yo me volví y observé todas las opresiones que se cometen bajo el sol: Y vi las lágrimas de los oprimidos, Y no tenían quien los consolara; En mano de sus opresores estaba el poder, Y no tenían quien los consolara. (Eclesiastés 4:1)
Puesto que la palabra del rey es soberana, ¿quién le dirá: "Qué haces?" (Eclesiastés 8:4)
¡Ay de los que planean la iniquidad, Los que traman el mal en sus camas! Al clarear la mañana lo ejecutan, Porque está en el poder de sus manos. (Miqueas 2:1)
Y a causa de la grandeza que El le concedió, todos los pueblos, naciones y lenguas temían y temblaban delante de él. A quien quería, mataba, y a quien quería, dejaba con vida; exaltaba a quien quería, y a quien quería humillaba. (Daniel 5:19)
Para el mal las dos manos son diestras. El príncipe pide, y también el juez, una recompensa, El grande habla de lo que desea su alma, Y juntos lo traman. (Miqueas 7:3)
Entonces se reunieron todos los ancianos de Israel y fueron a Samuel en Ramá, (1 Samuel 8:4)
Cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y había muerto, Jezabel dijo a Acab: "Levántate, toma posesión de la viña de Nabot de Jezreel, la cual él se negó a dártela por dinero, porque Nabot no está vivo, sino muerto." (1 Reyes 21:15)
Y éste le dijo: "Hijo del rey, ¿por qué estás tan deprimido día tras día? ¿No me lo contarás?" "Estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absalón," le respondió Amnón. (2 Samuel 13:4)
El gallo, que se pasea erguido, asimismo el macho cabrío, Y el rey cuando tiene el ejército con él. (Proverbios 30:31)
Les tomará lo mejor de sus campos, de sus viñedos y de sus olivares y se los dará a sus siervos. (1 Samuel 8:14)