Nueva Biblia Latinoamericana
Y dijo David a Saúl: "¿Por qué escucha usted las palabras de los hombres, que dicen: 'Mire que David procura su mal'? (1 Samuel 24:9)
Hoy han visto sus ojos que el SEÑOR lo ha puesto en mis manos en la cueva en este día; y algunos me dijeron que lo matara, pero mis ojos tuvieron piedad de usted, y dije: 'No extenderé mi mano contra mi rey, porque es el ungido del SEÑOR.' (1 Samuel 24:10)
Mire, padre mío, mire la orilla de su manto en mi mano. Puesto que corté la orilla de su manto y no lo maté, reconozca y vea que no hay maldad ni rebelión en mis manos y que no he pecado contra usted, a pesar de que usted acecha mi vida para quitármela. (1 Samuel 24:11)
Juzgue el SEÑOR entre usted y yo y que el SEÑOR me vengue de usted, pero mi mano no será contra usted.
Como dice el proverbio de los antiguos: 'De los malos procede la maldad,' pero mi mano no será contra usted. (1 Samuel 24:13)
¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigue? ¿A un perro muerto? ¿A una pulga? (1 Samuel 24:14)
Sea el SEÑOR juez y decida entre usted y yo; que El vea y defienda mi causa y me libre de su mano." (1 Samuel 24:15)

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1 Samuel 24:12 - Referencia Cruzada

Pero en cuanto a mí, yo buscaría a Dios, Y delante de Dios presentaría mi causa; (Job 5:8)
El Dios de Abraham y el Dios de Nacor, Dios de sus padres, juzgue entre nosotros." Entonces Jacob juró por el que temía su padre Isaac. (Génesis 31:53)
Entonces Sarai dijo a Abram: "Recaiga sobre ti mi agravio. Yo entregué a mi sierva en tus brazos. Pero cuando ella vio que había concebido, me miró con desprecio. Juzgue el SEÑOR entre tú y yo." (Génesis 16:5)
Amados, nunca tomen venganza ustedes mismos, sino den lugar a la ira de Dios, porque escrito está: "MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE," dice el Señor. (Romanos 12:19)
Clamaban a gran voz: "¿Hasta cuándo, oh Señor santo y verdadero, esperarás para juzgar y vengar nuestra sangre de los que moran en la tierra?" (Apocalipsis 6:10)
Por tanto, yo no he pecado contra usted, pero usted me está haciendo mal al hacer guerra contra mí. Que el SEÑOR, el Juez, juzgue hoy entre los Israelitas y los Amonitas.'" (Jueces 11:27)
El SEÑOR pagará a cada uno según su justicia y su fidelidad; pues el SEÑOR lo entregó hoy en mi mano, pero yo no quise extender mi mano contra el ungido del SEÑOR. (1 Samuel 26:23)
Dijo también David: "Vive el SEÑOR, que ciertamente el SEÑOR lo herirá, o llegará el día en que muera, o descenderá a la batalla y perecerá. (1 Samuel 26:10)
Oh SEÑOR, Dios de las venganzas, Oh Dios de las venganzas, ¡resplandece! (Salmos 94:1)
El SEÑOR juzga a los pueblos. Júzgame oh SEÑOR, conforme a mi justicia y a la integridad que hay en mí. (Salmos 7:8)
y quien cuando Lo ultrajaban, no respondía ultrajando. Cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a Aquél que juzga con justicia. (1 Pedro 2:23)
Salmo de David. Combate, oh SEÑOR, a los que me combaten; Ataca a los que me atacan. (Salmos 35:1)
Hazme justicia, oh Dios, y defiende mi causa contra una nación impía; Líbrame del hombre engañoso e injusto. (Salmos 43:1)