Nueva Biblia Latinoamericana
Se levantó David y vino al lugar donde Saúl había acampado. Y vio David el lugar donde estaban acostados Saúl y Abner, hijo de Ner, el comandante de su ejército. Saúl dormía en medio del campamento y el pueblo estaba acampado alrededor de él. (1 Samuel 26:5)
Entonces habló David a Ahimelec el Hitita y a Abisai, hijo de Sarvia, hermano de Joab y les preguntó: "¿Quién descenderá conmigo a donde está Saúl en el campamento?" "Yo descenderé contigo," dijo Abisai. (1 Samuel 26:6)
David y Abisai llegaron de noche al campamento. Saúl estaba durmiendo en medio del campamento, con su lanza clavada en tierra a su cabecera, y Abner y la gente estaban acostados alrededor de él. (1 Samuel 26:7)
Entonces Abisai dijo a David: "Hoy Dios ha entregado a tu enemigo en tu mano. Ahora pues, déjame clavarlo a la tierra de un solo golpe; no tendré que darle por segunda vez."
Pero David dijo a Abisai: "No lo mates, pues, ¿quién puede extender su mano contra el ungido del SEÑOR y quedar sin castigo?" (1 Samuel 26:9)
Dijo también David: "Vive el SEÑOR, que ciertamente el SEÑOR lo herirá, o llegará el día en que muera, o descenderá a la batalla y perecerá. (1 Samuel 26:10)
No permita el SEÑOR que yo extienda mi mano contra el ungido del SEÑOR; pero ahora, te ruego, toma la lanza que está a su cabecera y la vasija de agua, y vámonos." (1 Samuel 26:11)

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1 Samuel 26:8 - Referencia Cruzada

Porque Dios ha encerrado a todos en desobediencia para mostrar misericordia a todos. (Romanos 11:32)
El SEÑOR pagará a cada uno según su justicia y su fidelidad; pues el SEÑOR lo entregó hoy en mi mano, pero yo no quise extender mi mano contra el ungido del SEÑOR. (1 Samuel 26:23)
Judá subió, y el SEÑOR entregó en sus manos a los Cananeos y a los Ferezeos, y derrotaron a 10,000 hombres en Bezec. (Jueces 1:4)
Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a todos los que creen. (Gálatas 3:22)
Y el SEÑOR les dio reposo en derredor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres. Ninguno de sus enemigos pudo hacerles frente; el SEÑOR entregó a todos sus enemigos en sus manos. (Josué 21:44)
Tú has demostrado hoy que me has hecho bien, ya que el SEÑOR me entregó en tu mano y sin embargo no me diste muerte. (1 Samuel 24:18)
Lo que tramen contra el SEÑOR, El lo hará completa destrucción; No surgirá dos veces la angustia. (Nahúm 1:9)
Y los hombres de David le dijeron: "Mira, este es el día del que el SEÑOR te habló: 'Voy a entregar a tu enemigo en tu mano, y harás con él como bien te parezca.'" Entonces David se levantó y cortó a escondidas la orilla del manto de Saúl. (1 Samuel 24:4)
Y no me has entregado en manos del enemigo; Tú has puesto mis pies en lugar espacioso. (Salmos 31:8)
David se quedó en el desierto en los refugios, y permaneció en la región montañosa en el desierto de Zif. Saúl lo buscaba todos los días, pero Dios no lo entregó en su mano. (1 Samuel 23:14)
¿Cómo es que uno puede perseguir a mil, Y dos hacer huir a diez mil, Si su Roca no los hubiera vendido, Y el SEÑOR no los hubiera entregado? (Deuteronomio 32:30)