Nueva Biblia Latinoamericana
Y David y sus hombres fueron a Keila y pelearon contra los Filisteos; y él se llevó sus ganados y los hirió con gran mortandad. Así libró David a los habitantes de Keila. (1 Samuel 23:5)
Al huir Abiatar, hijo de Ahimelec, a donde estaba David en Keila, descendió con un efod en la mano. (1 Samuel 23:6)
Cuando se avisó a Saúl que David había ido a Keila, Saúl dijo: "Dios lo ha entregado en mi mano, pues se ha encerrado entrando en una ciudad con puertas dobles y barras." (1 Samuel 23:7)
Y Saúl convocó a todo el pueblo a la guerra, para descender a Keila a fin de cercar a David y sus hombres.
David supo que Saúl tramaba el mal contra él; así que le dijo al sacerdote Abiatar: "Trae el efod." (1 Samuel 23:9)
Entonces David dijo: "Oh SEÑOR, Dios de Israel, Tu siervo ciertamente ha oído que Saúl procura venir a Keila para destruir la ciudad por causa mía. (1 Samuel 23:10)
¿Me entregarán en su mano los hombres de Keila? ¿Descenderá Saúl tal como Tu siervo ha oído? Oh SEÑOR, Dios de Israel, Te ruego que lo hagas saber a Tu siervo." Y el SEÑOR dijo: "Sí, descenderá." (1 Samuel 23:11)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Samuel 23:8":

Dr. Roberto Miranda
Guerra Espiritual (Parte 2)
Este artículo habla sobre la importancia de estar alerta y preparados en la guerra espiritual contra el enemigo, rodearnos de gente sabia y madura en el Espíritu Santo para recibir consejo y discernimiento en nuestras decisiones, y ser temerosos de Dios y obedientes a su voluntad. También se menciona la importancia de discernir cuándo es tiempo de perdonar y cuándo es tiempo de actuar con violencia, y se pide a la iglesia que declare la palabra de Dios en seriedad y rectitud.


Dr. Roberto Miranda
Donde están la alabanza y la Presencia de Dios los demonios quedan neutralizados
En este estudio, el Dr. Roberto Miranda explora cómo la adoración y la unción del Espíritu Santo pueden neutralizar los poderes del mal y cambiar las circunstancias para cumplir los propósitos de Dios en nuestra vida.


1 Samuel 23:8 - Referencia Cruzada