Nueva Biblia Latinoamericana
Samuel respondió: "¿Cómo puedo ir? Cuando Saúl lo sepa, me matará." Y el SEÑOR dijo: "Toma contigo una novilla y di: 'He venido a ofrecer sacrificio al SEÑOR.' (1 Samuel 16:2)
Invitarás a Isaí al sacrificio y Yo te mostraré lo que habrás de hacer; entonces me ungirás a aquél que Yo te indique." (1 Samuel 16:3)
Samuel hizo lo que el SEÑOR dijo, y fue a Belén. Y los ancianos de la ciudad vinieron a su encuentro temblando y dijeron: "¿Vienes en paz?" (1 Samuel 16:4)
Y él respondió: "En paz. He venido a ofrecer sacrificio al SEÑOR. Conságrense y vengan conmigo al sacrificio." Samuel consagró también a Isaí y a sus hijos y los invitó al sacrificio.
Cuando ellos entraron, Samuel vio a Eliab, y se dijo: "Ciertamente el ungido del SEÑOR está delante de El." (1 Samuel 16:6)
Pero el SEÑOR dijo a Samuel: "No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; porque Dios no ve como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el SEÑOR mira el corazón." (1 Samuel 16:7)
Entonces Isaí llamó a Abinadab y lo hizo pasar delante de Samuel, y dijo: "Tampoco a éste ha escogido el SEÑOR." (1 Samuel 16:8)

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1 Samuel 16:5 - Referencia Cruzada

Y Moisés bajó del monte al pueblo, y santificó al pueblo. Después ellos lavaron sus vestidos. (Éxodo 19:14)
Reúnan al pueblo, santifiquen la asamblea, Congreguen a los ancianos, Reúnan a los pequeños y a los niños de pecho. Salga el novio de su aposento Y la novia de su alcoba. (Joel 2:16)
Cuando los días del banquete habían pasado, Job enviaba a buscarlos y los santificaba, y levantándose temprano, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque Job decía: "Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones." Job siempre hacía así. (Job 1:5)
Porque había muchos en la asamblea que no se habían santificado; por eso los Levitas estaban encargados de la matanza de los corderos de la Pascua por todos los que estaban inmundos, para santificarlos al SEÑOR. (2 Crónicas 30:17)
Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa. (1 Corintios 11:28)
Examíname, oh SEÑOR, y pruébame; Escudriña mi mente y mi corazón. (Salmos 26:2)
Santifíquense, pues, y sean santos, porque Yo soy el SEÑOR su Dios. (Levítico 20:7)
Levántate, consagra al pueblo y di: 'Conságrense para mañana, porque así ha dicho el SEÑOR, Dios de Israel: "Hay anatema en medio de ti, oh Israel. No podrás hacer frente a tus enemigos hasta que quiten el anatema de en medio de ustedes." (Josué 7:13)
Entonces Josué dijo al pueblo: "Conságrense, porque mañana el SEÑOR hará maravillas entre ustedes." (Josué 3:5)
El SEÑOR dijo también a Moisés: "Ve al pueblo y conságralos hoy y mañana, y que laven sus vestidos. (Éxodo 19:10)
El pueblo iba, lo recogía y lo molía entre dos piedras de molino, o lo machacaba en el mortero, y lo hervía en el caldero y hacía tortas con él; y tenía el sabor de tortas cocidas con aceite. (Números 11:8)