Cuando Samuel vio a Saúl, el SEÑOR le dijo: "Este es el hombre de quien te hablé. El gobernará a Mi pueblo."
(1 Samuel 9:17)Entonces Saúl se acercó a Samuel en medio de la puerta y le dijo: "Le ruego que me enseñe dónde está la casa del vidente."
(1 Samuel 9:18)Respondió Samuel a Saúl: "Yo soy el vidente. Sube delante de mí al lugar alto, pues hoy comerás conmigo, y por la mañana te dejaré ir y te declararé todo lo que está en tu corazón.
(1 Samuel 9:19)En cuanto a tus asnas que se perdieron hace tres días, no te preocupes por ellas pues han sido halladas. Y ¿para quién es todo lo deseable en Israel? ¿No es para ti y para toda la casa de tu padre?"
Saúl respondió: "¿No soy yo Benjamita, de la más pequeña de las tribus de Israel, y no es mi familia la menos importante de todas las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por qué, pues, me habla de esta manera?"
(1 Samuel 9:21)Entonces Samuel tomó a Saúl y a su criado, los llevó a la sala y les dio un lugar a la cabecera de los invitados, que eran unos treinta hombres.
(1 Samuel 9:22)Y Samuel dijo al cocinero: "Trae la porción que te di, de la cual te dije: 'Ponla aparte.'"
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1 Samuel 9:20 - Referencia Cruzada
No obstante, el pueblo rehusó oír la voz de Samuel, y dijeron: "No, sino que habrá rey sobre nosotros,
(1 Samuel 8:19)Ahora pues, aquí está el rey que han escogido, a quien han pedido; éste es a quien el SEÑOR ha puesto rey sobre ustedes.
(1 Samuel 12:13)y le dijeron: "Mira, has envejecido y tus hijos no andan en tus caminos. Ahora pues, danos un rey para que nos juzgue, como todas las naciones."
(1 Samuel 8:5)Pero si no escuchan la voz del SEÑOR, sino que se rebelan contra el mandamiento del SEÑOR, entonces la mano del SEÑOR estará contra ustedes, como estuvo contra sus padres.
(1 Samuel 12:15)Las asnas de Cis, padre de Saúl, se habían perdido, por lo cual Cis dijo a su hijo Saúl: "Toma ahora contigo uno de los criados, levántate, y ve en busca de las asnas."
(1 Samuel 9:3)Pongan la mira (la mente) en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
(Colosenses 3:2)No confíen ustedes en la opresión, Ni en el robo pongan su esperanza; Si las riquezas aumentan, no pongan el corazón en ellas .
(Salmos 62:10)Además, en mi amor por la casa de mi Dios, el tesoro que tengo de oro y de plata, lo doy a la casa de mi Dios, además de todo lo que ya he provisto para la santa casa,
(1 Crónicas 29:3)Al tiempo que moría, las mujeres que estaban junto a ella le dijeron: "No temas, porque has dado a luz un hijo." Ella no respondió ni prestó atención.
(1 Samuel 4:20)