Nueva Biblia Latinoamericana
y le dijeron: "Mira, has envejecido y tus hijos no andan en tus caminos. Ahora pues, danos un rey para que nos juzgue, como todas las naciones." (1 Samuel 8:5)
Pero fue desagradable a los ojos de Samuel que dijeran: "Danos un rey que nos juzgue." Y Samuel oró al SEÑOR. (1 Samuel 8:6)
Y el SEÑOR dijo a Samuel: "Escucha la voz del pueblo en cuanto a todo lo que te digan, pues no te han desechado a ti, sino que Me han desechado a Mí para que Yo no sea rey sobre ellos. (1 Samuel 8:7)
Así como todas las obras que han hecho desde el día en que los saqué de Egipto hasta hoy, abandonándome y sirviendo a otros dioses, así lo están haciendo contigo también.
Ahora pues, oye su voz. Sin embargo, les advertirás solemnemente y les harás saber el proceder del rey que reinará sobre ellos." (1 Samuel 8:9)
Entonces Samuel habló todas las palabras del SEÑOR al pueblo que le había pedido rey. (1 Samuel 8:10)
Y dijo: "Así será el proceder del rey que reinará sobre ustedes: tomará a sus hijos, los pondrá a su servicio en sus carros y entre su gente de a caballo, y correrán delante de sus carros reales. (1 Samuel 8:11)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Samuel 8:8":

Dr. Roberto Miranda
Dios no ha terminado de tratar con los líderes de nuestras naciones
El Dr. Roberto Miranda habla sobre el papel de la iglesia en llamar a los líderes nacionales al arrepentimiento y al acercamiento a Dios a través del temor a Él y del poder profético.


Isaías Rivera
El poder sagrado de un corazón
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de escuchar la voz de Dios y cómo el personaje bíblico Samuel aprendió a hacerlo. El pastor reta a la congregación a dedicar una semana de oración y ayuno para escuchar la voz de Dios y descubrir su plan para sus vidas.


1 Samuel 8:8 - Referencia Cruzada

Los Israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, y el SEÑOR los entregó en manos de los Filisteos durante cuarenta años. (Jueces 13:1)
Todos los Israelitas murmuraron contra Moisés y Aarón, y toda la congregación les dijo: "¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! ¡Ojalá hubiéramos muerto en este desierto! (Números 14:2)
Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y dijo: "Por cuanto esta nación ha quebrantado Mi pacto que ordené a sus padres, y no ha escuchado Mi voz, (Jueces 2:20)
Los Israelitas les decían: "Ojalá hubiéramos muerto a manos del SEÑOR en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos. Pues nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud." (Éxodo 16:3)
Ustedes han sido rebeldes al SEÑOR desde el día en que los conocí. (Deuteronomio 9:24)
Pero al día siguiente, toda la congregación de los Israelitas murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: "Ustedes son los que han sido la causa de la muerte del pueblo del SEÑOR." (Números 16:41)
Entonces el pueblo discutió con Moisés, y le dijeron: "Danos agua para beber." "¿Por qué discuten conmigo?" les dijo Moisés. "¿Por qué tientan al SEÑOR?" (Éxodo 17:2)
Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, la gente se congregó alrededor de Aarón, y le dijeron: "Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros. En cuanto a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido." (Éxodo 32:1)
y se alzaron contra Moisés, junto con algunos de los Israelitas, 250 jefes de la congregación, escogidos en la asamblea, hombres de renombre. (Números 16:2)
y en cuanto a ustedes, no harán pacto con los habitantes de esta tierra; sus altares derribarán.' Pero no Me han obedecido. ¿Qué es esto que han hecho? (Jueces 2:2)
Tuvieron apetitos desenfrenados en el desierto, Y tentaron a Dios en las soledades. (Salmos 106:14)
Ustedes, que son tercos e incircuncisos de corazón y de oídos, resisten siempre al Espíritu Santo; como hicieron sus padres, así hacen también ustedes. (Hechos 7:51)
Y dijeron a Moisés: "¿Acaso no había sepulcros en Egipto para que nos sacaras a morir en el desierto? ¿Por qué nos has tratado de esta manera, sacándonos de Egipto? (Éxodo 14:11)
Después que Aod murió, los Israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR. (Jueces 4:1)
No destruyeron a los pueblos, Como el SEÑOR les había mandado, (Salmos 106:34)
Sin embargo ellos pusieron a prueba y provocaron al Dios Altísimo, Y no guardaron Sus testimonios, (Salmos 78:56)
Entonces los Israelitas hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR, y el SEÑOR los entregó en manos de Madián por siete años. (Jueces 6:1)