Nueva Biblia Latinoamericana
Y tomé el objeto del pecado de ustedes, el becerro que se habían hecho, y lo quemé en el fuego, y lo hice pedazos, desmenuzándolo hasta que quedó tan fino como el polvo; y eché su polvo al arroyo que bajaba del monte. (Deuteronomio 9:21)
Nuevamente, en Tabera, en Masah y en Kibrot Hataava, provocaron a ira al SEÑOR. (Deuteronomio 9:22)
Y cuando el SEÑOR los envió de Cades Barnea, diciendo: 'Suban y tomen posesión de la tierra que Yo les he dado,' entonces se rebelaron contra la orden del SEÑOR su Dios; no Le creyeron, ni escucharon Su voz. (Deuteronomio 9:23)
Ustedes han sido rebeldes al SEÑOR desde el día en que los conocí.
Entonces me postré delante del SEÑOR los cuarenta días y cuarenta noches, lo cual hice porque el SEÑOR había dicho que los iba a destruir. (Deuteronomio 9:25)
Oré al SEÑOR, y dije: 'Oh Señor DIOS, no destruyas a Tu pueblo, a Tu heredad, que Tú has redimido con Tu grandeza, que Tú has sacado de Egipto con mano fuerte. (Deuteronomio 9:26)
Acuérdate de Tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires la dureza de este pueblo ni su maldad ni su pecado. (Deuteronomio 9:27)

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Deuteronomio 9:24 - Referencia Cruzada

Ustedes, que son tercos e incircuncisos de corazón y de oídos, resisten siempre al Espíritu Santo; como hicieron sus padres, así hacen también ustedes. (Hechos 7:51)
Porque conozco su rebelión y su obstinación; si estando yo hoy todavía vivo con ustedes, han sido rebeldes contra el SEÑOR; ¿cuánto más lo serán después de mi muerte? (Deuteronomio 31:27)
Comprende, pues, que no es por tu justicia que el SEÑOR tu Dios te da esta buena tierra para poseerla, pues eres un pueblo terco. (Deuteronomio 9:6)