Nueva Biblia Latinoamericana
Después volvía a Ramá, pues allí estaba su casa, y allí juzgaba a Israel; y edificó allí un altar al SEÑOR. (1 Samuel 7:17)
Cuando Samuel ya era viejo, puso a sus hijos como jueces sobre Israel. (1 Samuel 8:1)
El nombre de su primogénito era Joel, y el nombre del segundo, Abías; éstos juzgaban en Beerseba. (1 Samuel 8:2)
Pero sus hijos no anduvieron en los caminos de su padre, sino que se desviaron tras ganancias deshonestas, aceptaron sobornos y pervirtieron el derecho.
Entonces se reunieron todos los ancianos de Israel y fueron a Samuel en Ramá, (1 Samuel 8:4)
y le dijeron: "Mira, has envejecido y tus hijos no andan en tus caminos. Ahora pues, danos un rey para que nos juzgue, como todas las naciones." (1 Samuel 8:5)
Pero fue desagradable a los ojos de Samuel que dijeran: "Danos un rey que nos juzgue." Y Samuel oró al SEÑOR. (1 Samuel 8:6)

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1 Samuel 8:3 - Referencia Cruzada

Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco años en Jerusalén. El nombre de su madre era Hepsiba. (2 Reyes 21:1)
¿Y quién sabe si será sabio o necio? Sin embargo, él tendrá dominio sobre todo el fruto de mi trabajo con que me afané obrando sabiamente bajo el sol. También esto es vanidad. (Eclesiastés 2:19)
Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores. (1 Timoteo 6:10)
El rey Roboam pidió consejo a los ancianos que habían servido a su padre Salomón cuando aún vivía, diciendo: "¿Qué me aconsejan que responda a este pueblo?" (1 Reyes 12:6)
El que anda en justicia y habla con sinceridad, El que rehúsa la ganancia injusta, Y se sacude las manos para que no retengan soborno; El que se tapa los oídos para no oír del derramamiento de sangre, Y cierra los ojos para no ver el mal. (Isaías 33:15)
Decía además Absalón: "¡Quién me nombrara juez en la tierra! Entonces todo hombre que tuviera pleito o causa alguna podría venir a mí y yo le haría justicia." (2 Samuel 15:4)
no dado a la bebida, no pendenciero, sino amable, no contencioso, no avaricioso. (1 Timoteo 3:3)
Además, escogerás de entre todo el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres veraces que aborrezcan las ganancias deshonestas, y los pondrás sobre el pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. (Éxodo 18:21)
¿Acaso te harás rey porque compites en cedro? ¿No comió y bebió tu padre Y practicó el derecho y la justicia? Por eso le fue bien. (Jeremías 22:15)
El que su dinero no da a interés, Ni acepta soborno contra el inocente. El que hace estas cosas permanecerá firme. (Salmos 15:5)
No aceptarás soborno, porque el soborno ciega aun al de vista clara y pervierte las palabras del justo. (Éxodo 23:8)
En cuyas manos hay intrigas, Y cuya diestra está llena de sobornos. (Salmos 26:10)
No torcerás la justicia; no harás acepción de personas, ni tomarás soborno, porque el soborno ciega los ojos del sabio y pervierte las palabras del justo. (Deuteronomio 16:19)