Nueva Biblia Latinoamericana
Y un hombre de Benjamín corrió del campo de batalla, y llegó aquel mismo día a Silo, con sus vestidos rotos y polvo sobre su cabeza. (1 Samuel 4:12)
Cuando llegó, Elí estaba sentado en su asiento junto al camino esperando ansiosamente, porque su corazón temblaba por causa del arca de Dios. Así pues, el hombre fue a anunciarlo en la ciudad, y toda la ciudad prorrumpió en gritos. (1 Samuel 4:13)
Al oír Elí el ruido de los gritos, dijo: "¿Qué significa el ruido de este tumulto?" Entonces el hombre se acercó apresuradamente y dio la noticia a Elí. (1 Samuel 4:14)
Elí tenía noventa y ocho años, sus ojos se habían cegado y no podía ver.
El hombre le dijo a Elí: "Yo soy el que vine del campo de batalla. Hoy escapé del campo de batalla." "¿Cómo fueron las cosas, hijo mío?" preguntó Elí. (1 Samuel 4:16)
El que trajo la noticia respondió: "Israel ha huido delante de los Filisteos, además ha habido gran matanza entre el pueblo, también han muerto tus dos hijos, Ofni y Finees, y el arca de Dios ha sido tomada." (1 Samuel 4:17)
Cuando mencionó el arca de Dios, Elí cayó de su asiento hacia atrás, junto a la puerta, se rompió la nuca y murió, pues era entrado en años y pesaba mucho. Elí había juzgado a Israel durante cuarenta años. (1 Samuel 4:18)

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1 Samuel 4:15 - Referencia Cruzada

Así lo hizo la mujer de Jeroboam; se levantó, fue a Silo y llegó a casa de Ahías. Y Ahías no podía ver porque sus ojos se habían nublado a causa de su vejez. (1 Reyes 14:4)
Y aconteció que siendo ya viejo Isaac, y sus ojos demasiado débiles para ver, llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: "Hijo mío." "Aquí estoy," le respondió Esaú. (Génesis 27:1)
Y aconteció un día, estando Elí acostado en su aposento (sus ojos habían comenzado a oscurecerse y no podía ver bien ), (1 Samuel 3:2)
Los días de nuestra vida llegan a setenta años; Y en caso de mayor vigor, a ochenta años. Con todo, su orgullo es sólo trabajo y pesar, Porque pronto pasa, y volamos. (Salmos 90:10)