Cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio, daba porciones a Penina su mujer y a todos sus hijos e hijas;
(1 Samuel 1:4)pero a Ana le daba una doble porción, pues él amaba a Ana, aunque el SEÑOR no le había dado hijos.
(1 Samuel 1:5)Su rival, Penina, la provocaba amargamente para irritarla, porque el SEÑOR no le había dado hijos.
(1 Samuel 1:6)Esto sucedía año tras año; siempre que ella subía a la casa del SEÑOR, Penina la provocaba, por lo que Ana lloraba y no comía.
Entonces Elcana su marido le dijo: "Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué está triste tu corazón? ¿No soy yo para ti mejor que diez hijos?"
(1 Samuel 1:8)Pero Ana se levantó después de haber comido y bebido estando en Silo, y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en la silla junto al poste de la puerta del templo del SEÑOR,
(1 Samuel 1:9)ella, muy angustiada, oraba al SEÑOR y lloraba amargamente.
(1 Samuel 1:10)Otras publicaciones relacionadas con "1 Samuel 1:7":
1 Samuel 1:7 - Referencia Cruzada
Su madre le hacía una túnica pequeña cada año, y se la traía cuando subía con su marido a ofrecer el sacrificio anual.
(1 Samuel 2:19)