Nueva Biblia Latinoamericana
El ángel del SEÑOR subió de Gilgal a Boquim y dijo a los Israelitas: "Yo los saqué a ustedes de Egipto y los conduje a la tierra que había prometido a sus padres y les dije: 'Jamás quebrantaré Mi pacto con ustedes, (Jueces 2:1)
y en cuanto a ustedes, no harán pacto con los habitantes de esta tierra; sus altares derribarán.' Pero no Me han obedecido. ¿Qué es esto que han hecho? (Jueces 2:2)
Por lo cual también dije: 'No los echaré de delante de ustedes, sino que serán como espinas en su costado, y sus dioses les serán lazo para ustedes.'" (Jueces 2:3)
Cuando el ángel del SEÑOR habló estas palabras a todos los Israelitas, el pueblo alzó su voz y lloró.
Y llamaron a aquel lugar Boquim (Llorones). Y allí ofrecieron sacrificio al SEÑOR. (Jueces 2:5)
Después que Josué despidió al pueblo, los Israelitas fueron cada uno a su heredad para tomar posesión de la tierra. (Jueces 2:6)
El pueblo sirvió al SEÑOR todos los días de Josué, y todos los días de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían sido testigos de la gran obra que el SEÑOR había hecho por Israel. (Jueces 2:7)

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Jueces 2:4 - Referencia Cruzada

Se reunieron los Israelitas en Mizpa, y sacaron agua y la derramaron delante del SEÑOR, ayunaron aquel día y dijeron allí: "Hemos pecado contra el SEÑOR." Y Samuel juzgó a los Israelitas en Mizpa. (1 Samuel 7:6)
y poniéndose detrás de El a Sus pies, llorando, comenzó a regar Sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba Sus pies y los ungía con el perfume. (Lucas 7:38)
Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte. (2 Corintios 7:10)
Mientras Esdras oraba y hacía confesión, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, una gran asamblea de Israel, hombres, mujeres y niños se juntó a él; y el pueblo lloraba amargamente. (Esdras 10:1)
Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y Me mirarán a Mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito. (Zacarías 12:10)
Bienaventurados ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Bienaventurados ustedes los que ahora lloran, porque reirán. (Lucas 6:21)
La reprensión penetra más en el que tiene entendimiento Que cien azotes en el necio. (Proverbios 17:10)
Con llanto vendrán, Y entre súplicas los guiaré. Los haré andar junto a arroyos de aguas, Por camino derecho en el cual no tropezarán; Porque soy un padre para Israel, Y Efraín es Mi primogénito." (Jeremías 31:9)
Aflíjanse, laméntense y lloren. Que su risa se convierta en lamento y su gozo en tristeza. (Santiago 4:9)