No hubo ni una palabra de todo lo que había ordenado Moisés que Josué no leyera delante de toda la asamblea de Israel, incluyendo las mujeres, los niños y los extranjeros que vivían entre ellos.
(Josué 8:35)Y sucedió que cuando se enteraron todos los reyes que estaban al otro lado del Jordán, en los montes, en los valles y en toda la costa del Mar Grande hacia el Líbano, los reyes de los Hititas, Amorreos, Cananeos, Ferezeos, Heveos y Jebuseos,
(Josué 9:1)a una se reunieron y se pusieron de acuerdo para pelear contra Josué y contra Israel.
(Josué 9:2)Cuando los habitantes de Gabaón también se enteraron de lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai,
ellos usaron de astucia y fueron como embajadores, y llevaron alforjas viejas sobre sus asnos, y odres de vino viejos, rotos y remendados,
(Josué 9:4)y sandalias gastadas y remendadas en sus pies, y vestidos viejos sobre sí. Todo el pan de su provisión estaba seco y desmenuzado.
(Josué 9:5)Vinieron a Josué al campamento en Gilgal, y le dijeron a él y a los hombres de Israel: "Hemos venido de un país lejano. Hagan, pues, pacto con nosotros."
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Josué 9:3 - Referencia Cruzada
Entonces salieron los Israelitas, y al tercer día llegaron a sus ciudades. Sus ciudades eran Gabaón, Cafira, Beerot y Quiriat Jearim.
(Josué 9:17)Entonces el SEÑOR dijo a Josué: "No temas ni te acobardes. Toma contigo a todo el pueblo de guerra y levántate, sube a Hai. Mira, he entregado en tu mano al rey de Hai, su pueblo, su ciudad y su tierra.
(Josué 8:1)Jericó estaba muy bien cerrada por miedo a los Israelitas. Nadie salía ni entraba.
(Josué 6:1)En los días de David hubo hambre por tres años consecutivos, y David buscó la presencia del SEÑOR. Y el SEÑOR dijo: "Es por causa de Saúl y de su casa sangrienta, porque él dio muerte a los Gabaonitas."
(2 Samuel 21:1)tuvo gran temor, porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y porque era más grande que Hai, y todos sus hombres eran valientes.
(Josué 10:2)