Nueva Biblia Latinoamericana
Pero le dieron este aviso al rey de Jericó: "Unos hombres de los Israelitas han venido aquí esta noche para reconocer toda la tierra." (Josué 2:2)
Entonces el rey de Jericó mandó decir a Rahab: "Saca a los hombres que han venido a ti, que han entrado en tu casa, porque han venido para reconocer toda la tierra." (Josué 2:3)
Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido, y respondió: "Sí, los hombres vinieron a mí, pero yo no sabía de dónde eran. (Josué 2:4)
Los hombres salieron a la hora de cerrar la puerta, al oscurecer. No sé adónde fueron. Vayan de prisa tras ellos, que los alcanzarán."
Pero ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los tallos de lino que había puesto en orden en el terrado. (Josué 2:6)
Los hombres los persiguieron por el camino al Jordán hasta los vados. Tan pronto como salieron los que los perseguían, fue cerrada la puerta de la ciudad. (Josué 2:7)
Antes que los espías se acostaran, Rahab subió al terrado donde ellos estaban, (Josué 2:8)

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Una mujer decidida
En este artículo se habla de la historia de Raab, una mujer mencionada en la Biblia que es conocida por ser una prostituta que esconde a dos espías israelitas en su casa en la ciudad de Jericó. A pesar de su profesión dudosa, Raab es una mujer de discernimiento espiritual, astuta, fiel a su familia y temerosa de Dios. La historia de Raab muestra cómo Dios puede usar a cualquier persona, independientemente de su pasado, para llevar a cabo su obra y cómo podemos aprovechar las posiciones estratégicas en las que nos encontramos para servir a Dios.


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Una fé que se hace evidente
Enseñanza sobre la historia de Raab y cómo Dios la salvó de su vida anterior de ataduras y la puso en un lugar de honor. También se menciona el cordón de grana como símbolo de la sangre de Jesús que Él derramó en la cruz por nuestros pecados.


Josué 2:5 - Referencia Cruzada

Después me hizo volver a la entrada del templo; y vi que brotaban aguas de debajo del umbral del templo hacia el oriente, porque la fachada del templo daba hacia el oriente. Y las aguas descendían de debajo, del lado derecho del templo, al sur del altar. (Ezequiel 47:1)
En aquellos días y en aquel tiempo,' declara el SEÑOR 'se buscará la iniquidad de Israel, pero no habrá ninguna, y los pecados de Judá, pero no se hallarán; porque perdonaré a los que Yo haya dejado como remanente.' (Jeremías 50:20)
Los hombres los persiguieron por el camino al Jordán hasta los vados. Tan pronto como salieron los que los perseguían, fue cerrada la puerta de la ciudad. (Josué 2:7)
Sus puertas nunca se cerrarán de día (pues allí no habrá noche); (Apocalipsis 21:25)
Así que cuando iba oscureciendo a las Puertas de Jerusalén, antes del día de reposo, ordené que se cerraran las puertas y que no las abrieran hasta después del día de reposo. Entonces puse algunos de mis siervos a las puertas para que no entrara ninguna carga en día de reposo. (Nehemías 13:19)
Junto al río, en su orilla, a uno y otro lado, crecerán toda clase de árboles que den fruto para comer. Sus hojas no se marchitarán, ni faltará su fruto. Cada mes darán fruto porque sus aguas fluyen del santuario; su fruto será para comer y sus hojas para sanar." (Ezequiel 47:12)
Tus puertas estarán abiertas de continuo. Ni de día ni de noche se cerrarán, Para que te traigan las riquezas de las naciones, Con sus reyes llevados en procesión. (Isaías 60:11)
Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para Su gloria, ¿por qué también soy yo aún juzgado como pecador? (Romanos 3:7)