Entonces Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sitim a dos espías diciéndoles: "Vayan, reconozcan la tierra, especialmente Jericó." Fueron, pues, y entraron en la casa de una ramera que se llamaba Rahab, y allí se hospedaron.
(Josué 2:1)Pero le dieron este aviso al rey de Jericó: "Unos hombres de los Israelitas han venido aquí esta noche para reconocer toda la tierra."
(Josué 2:2)Entonces el rey de Jericó mandó decir a Rahab: "Saca a los hombres que han venido a ti, que han entrado en tu casa, porque han venido para reconocer toda la tierra."
(Josué 2:3)Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido, y respondió: "Sí, los hombres vinieron a mí, pero yo no sabía de dónde eran.
Los hombres salieron a la hora de cerrar la puerta, al oscurecer. No sé adónde fueron. Vayan de prisa tras ellos, que los alcanzarán."
(Josué 2:5)Pero ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los tallos de lino que había puesto en orden en el terrado.
(Josué 2:6)Los hombres los persiguieron por el camino al Jordán hasta los vados. Tan pronto como salieron los que los perseguían, fue cerrada la puerta de la ciudad.
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Josué 2:4 - Referencia Cruzada
Respondió Husai a Absalón: "No, pues a quien el SEÑOR, este pueblo y todos los hombres de Israel han escogido, de él seré, y con él me quedaré.
(2 Samuel 16:18)Entonces Eliseo les dijo: "Este no es el camino, ni es ésta la ciudad; síganme y yo los guiaré al hombre que buscan." Y los llevó a Samaria.
(2 Reyes 6:19)Y tomando la mujer una manta, la extendió sobre la boca del pozo y esparció grano sobre ella, de modo que nada se notaba.
(2 Samuel 17:19)Las parteras respondieron a Faraón: "Porque las mujeres Hebreas no son como las Egipcias, pues son robustas y dan a luz antes que la partera llegue a ellas."
(Éxodo 1:19)