Nueva Biblia Latinoamericana
Porque yo proclamo el nombre del SEÑOR; Atribuyan grandeza a nuestro Dios. (Deuteronomio 32:3)
¡La Roca! Su obra es perfecta, Porque todos Sus caminos son justos; Dios de fidelidad y sin injusticia, Justo y recto es El. (Deuteronomio 32:4)
En forma pervertida se han portado con El. No son Sus hijos, debido a los defectos de ellos; Son una generación perversa y torcida. (Deuteronomio 32:5)
¿Así pagan ustedes al SEÑOR, Oh pueblo insensato e ignorante? ¿No es El tu Padre que te compró? El te hizo y te estableció.
Acuérdate de los días pasados; Considera los años de todas las generaciones. Pregunta a tu padre, y él te lo hará saber; A tus ancianos, y ellos te lo dirán. (Deuteronomio 32:7)
Cuando el Altísimo dio a las naciones su herencia, Cuando separó los hijos del hombre, Fijó los límites de los pueblos Según el número de los Israelitas. (Deuteronomio 32:8)
Pues la porción del SEÑOR es Su pueblo; Jacob es la parte de Su heredad. (Deuteronomio 32:9)

Otras publicaciones relacionadas con "Deuteronomio 32:6":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
Esta vez alabaré al Señor
Este artículo habla sobre la vida de Jacob y su transformación por el poder de Dios, su descendencia extraordinaria y la importancia de la alabanza como puerta a la redención. El propósito del pueblo de Dios es publicar sus alabanzas, glorificarle y exaltarle en toda su majestad y señorío.


Charles Spurgeon
Rey sobre toda la tierra
Artículo sobre la certeza de la venida del Rey sobre toda la tierra y la gloria del Señor, respaldada por la Palabra infalible de Dios.


Deuteronomio 32:6 - Referencia Cruzada

Alégrese Israel en su Creador; Regocíjense los hijos de Sion en su Rey. (Salmos 149:2)
Tengan cuidado de sí mismos y de toda la congregación, en medio de la cual el Espíritu Santo les ha hecho obispos (supervisores) para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con Su propia sangre. (Hechos 20:28)
Entonces dirás a Faraón: 'Así dice el SEÑOR: "Israel es Mi hijo, Mi primogénito. (Éxodo 4:22)
Porque Yo soy el SEÑOR tu Dios, El Santo de Israel, tu Salvador; He dado a Egipto por tu rescate, A Cus (Etiopía) y a Seba en lugar tuyo. (Isaías 43:3)
Oigan ahora esto, pueblo necio e insensible, Que tienen ojos y no ven, Tienen oídos y no oyen. (Jeremías 5:21)
Pero ahora, oh SEÑOR, Tú eres nuestro Padre, Nosotros el barro, y Tú nuestro alfarero; Obra de Tus manos somos todos nosotros. (Isaías 64:8)
Pues el amor de Cristo nos apremia (nos controla), habiendo llegado a esta conclusión: que Uno murió por todos, y por consiguiente, todos murieron. (2 Corintios 5:14)
y en el desierto, donde has visto cómo el SEÑOR tu Dios te llevó, como un hombre lleva a su hijo, por todo el camino que anduvieron hasta llegar a este lugar.' (Deuteronomio 1:31)
Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que han recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: "¡Abba, Padre!" (Romanos 8:15)
Así dice el SEÑOR que te creó, Que te formó desde el seno materno, y que te ayudará: 'No temas, Jacob, siervo Mío, Ni tú, Jesurún (Israel), a quien he escogido. (Isaías 44:2)
Acuérdate de esto, SEÑOR: que el enemigo ha blasfemado, Y que un pueblo insensato ha despreciado Tu nombre. (Salmos 74:18)
Pero Jesurún (Israel) engordó y dio coces (has engordado, estás cebado y rollizo); Entonces abandonó a Dios que lo hizo, Y despreció a la Roca de su salvación. (Deuteronomio 32:15)
Ustedes hacen las obras de su padre." Ellos Le dijeron: "Nosotros no nacimos de fornicación; tenemos un Padre, es decir, Dios." (Juan 8:41)
Tus manos me formaron y me hicieron, ¿Y me destruirás? (Job 10:8)
A todo el que es llamado por Mi nombre Y a quien he creado para Mi gloria, A quien he formado y a quien he hecho." (Isaías 43:7)
Sepan que El, el SEÑOR, es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo Suyo somos y ovejas de Su prado. (Salmos 100:3)
Vengan, adoremos y postrémonos; Doblemos la rodilla ante el SEÑOR nuestro Hacedor. (Salmos 95:6)
Cuando su ramaje está seco, es quebrado, Vienen las mujeres y le prenden fuego. Porque no es pueblo de discernimiento, Por tanto su Hacedor no le tendrá compasión, Y su Creador no tendrá piedad de él. (Isaías 27:11)
¿Qué daré al SEÑOR Por todos Sus beneficios para conmigo? (Salmos 116:12)
¡Oh, Gálatas insensatos! ¿Quién los ha fascinado a ustedes, ante cuyos ojos Jesucristo fue presentado públicamente como crucificado? (Gálatas 3:1)
Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre ustedes, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró (los rescató), trayendo sobre sí una destrucción repentina. (2 Pedro 2:1)
Oigan, cielos, y escucha, tierra, Porque el SEÑOR habla: "Hijos crié y los hice crecer, Pero ellos se han rebelado contra Mí. (Isaías 1:2)
Porque Tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos conoce, Ni nos reconoce Israel. Tú, oh SEÑOR, eres nuestro Padre, Desde la antigüedad Tu nombre es Nuestro Redentor. (Isaías 63:16)
Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: "Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; (Lucas 15:18)
Porque han sido comprados por un precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios. (1 Corintios 6:20)
Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no Lo conoció a El. (1 Juan 3:1)
Acuérdate de Tu congregación, la que adquiriste desde los tiempos antiguos, La que redimiste para que fuera la tribu de Tu heredad, Y de este Monte Sion donde has habitado. (Salmos 74:2)
Pues todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. (Gálatas 3:26)
Terror y espanto cae sobre ellos; Por la grandeza de Tu brazo quedan inmóviles, como piedra, Hasta que Tu pueblo pasa, oh SEÑOR, Hasta que pasa el pueblo que Tú has comprado. (Éxodo 15:16)
Porque Mi pueblo es necio, No Me conoce; Hijos torpes son, No son inteligentes. Astutos son para hacer el mal, Pero no saben hacer el bien." (Jeremías 4:22)
Y porque ustedes son hijos, Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo a nuestros corazones, clamando: "¡Abba! ¡Padre!" (Gálatas 4:6)
Porque la gracia de Dios se ha manifestado, trayendo salvación a todos los hombres, (Tito 2:11)
Despreciaste a la Roca que te engendró, Y olvidaste al Dios que te dio a luz. (Deuteronomio 32:18)