Nueva Biblia Latinoamericana
No te es permitido comer dentro de tus ciudades el diezmo de tu grano, de tu vino nuevo o de tu aceite, ni de los primogénitos de tus vacas o de tus ovejas, ni ninguna de las ofrendas votivas (los votos) que prometas, ni tus ofrendas voluntarias, ni la ofrenda alzada de tu mano, (Deuteronomio 12:17)
sino que lo comerás en presencia del SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, y el Levita que vive dentro de tus puertas (de tus ciudades); y te alegrarás en presencia del SEÑOR tu Dios de toda la obra de tus manos. (Deuteronomio 12:18)
Cuídate de no desamparar al Levita mientras vivas en tu tierra. (Deuteronomio 12:19)
Cuando el SEÑOR tu Dios haya extendido tus fronteras como te ha prometido, y tú digas: 'Comeré carne,' porque deseas comer carne, entonces podrás comer carne, toda la que desees.
Si el lugar que el SEÑOR tu Dios escoge para poner Su nombre está muy lejos de ti, entonces podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que el SEÑOR te ha dado, como te he ordenado, y podrás comer dentro de tus puertas (de tus ciudades) todo lo que desees. (Deuteronomio 12:21)
Tal como se come la gacela y el ciervo, así la podrás comer; el inmundo y el limpio podrán comer de ella. (Deuteronomio 12:22)
Sólo cuídate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida, y no comerás la vida con la carne. (Deuteronomio 12:23)

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Deuteronomio 12:20 - Referencia Cruzada

Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá. Oh Dios, Tú eres mi Dios; Te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de Ti, mi carne Te anhela Cual tierra seca y árida donde no hay agua. (Salmos 63:1)
El populacho que estaba entre ellos tenía un deseo insaciable; y también los Israelitas volvieron a llorar, y dijeron: "¿Quién nos dará carne para comer? (Números 11:4)
David sintió un gran deseo, y dijo: "¡Quién me diera a beber agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!" (2 Samuel 23:15)
Porque El ha saciado al alma sedienta, Y ha llenado de bienes al alma hambrienta. (Salmos 107:9)
Porque él los extrañaba a todos, y estaba angustiado porque ustedes habían oído que se había enfermado. (Filipenses 2:26)
Sin embargo, podrás matar y comer carne dentro de todas tus puertas (tus ciudades), conforme a tu deseo, según la bendición que el SEÑOR tu Dios te ha dado; el inmundo y el limpio podrán comerla, como si fuera de gacela o de ciervo. (Deuteronomio 12:15)
Anhelo Tu salvación, SEÑOR, Y Tu ley es mi deleite. (Salmos 119:174)
Si el SEÑOR tu Dios ensancha tu territorio, como ha jurado a tus padres, y te da toda la tierra que ha prometido dar a tus padres (Deuteronomio 19:8)
En aquel día el SEÑOR hizo un pacto con Abram, diciendo: "A tu descendencia he dado esta tierra, Desde el río de Egipto hasta el río grande, el Río Eufrates: (Génesis 15:18)
Anhela mi alma, y aun desea con ansias los atrios del SEÑOR; Mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo. (Salmos 84:2)
Porque Yo expulsaré a las naciones de tu presencia y ensancharé tus fronteras, y nadie codiciará tu tierra cuando subas tres veces al año a presentarte delante del SEÑOR tu Dios. (Éxodo 34:24)
Y el rey David ansiaba ir adonde estaba Absalón, pues con respecto a Amnón que había muerto, ya se había consolado. (2 Samuel 13:39)
Quebrantada está mi alma anhelando Tus ordenanzas en todo tiempo. (Salmos 119:20)
Ellos, a su vez, mediante la oración a favor de ustedes, también les demuestran su anhelo debido a la sobreabundante gracia de Dios en ustedes. (2 Corintios 9:14)
sino todo un mes, hasta que les salga por las narices y les sea aborrecible, porque han rechazado al SEÑOR, que está entre ustedes, y han llorado delante de El, diciendo: "¿Por qué salimos de Egipto?"'" (Números 11:20)
Porque Dios me es testigo de cuánto los añoro a todos con el entrañable amor de Cristo Jesús. (Filipenses 1:8)
También tu descendencia será como el polvo de la tierra. Te extenderás hacia el occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra. (Génesis 28:14)
Ahora, ciertamente te has marchado porque anhelabas mucho la casa de tu padre. Pero ¿por qué robaste mis dioses?" (Génesis 31:30)
Jabes invocó al Dios de Israel, diciendo: "¡Oh, si en verdad me bendijeras, ensancharas mi territorio, y Tu mano estuviera conmigo y me guardaras del mal para que no me causara dolor!" Y Dios le concedió lo que pidió. (1 Crónicas 4:10)
Todo lugar donde pise la planta de su pie será de ustedes; sus fronteras serán desde el desierto hasta el Líbano, y desde el río, el Río Eufrates, hasta el Mar Occidental (el Mediterráneo). (Deuteronomio 11:24)
Fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los Filisteos, y desde el desierto hasta el Río Eufrates . Porque en tus manos entregaré a los habitantes de esa tierra, y tú los echarás de delante de ti. (Éxodo 23:31)
Por eso llamaron a aquel lugar Kibrot Hataava (Tumbas de la Codicia), porque allí sepultaron a los que habían sido codiciosos. (Números 11:34)
Yo anhelo Tus preceptos; Vivifícame por Tu justicia. (Salmos 119:40)