La viuda de Sarepta ( I Reyes 17)
Dr. Roberto Miranda
(Audio: Español)
RESUMEN: El pastor habla acerca de la construcción del templo de la iglesia y cómo Dios ha llamado a su pueblo a ser constructores y edificadores. Se anima a los miembros de la iglesia a reflexionar acerca de su papel en la construcción del templo y a dar generosamente al Señor. Se establecen metas financieras para la campaña de construcción, pero se enfatiza que cada uno debe dar lo que esté en su corazón con alegría y sin obligación. También se menciona que si alguien siente del Señor dar más de lo que se ha establecido como meta, es bienvenido a hacerlo.
En este sermón, el pastor habla sobre la mayordomía y cómo Dios es un Dios proveedor. Él comenta que Dios ha establecido principios espirituales en su palabra y que al ponerlos en práctica, se pueden recibir bendiciones. El pastor menciona el texto de la viuda de Sarepta y cómo Dios provee a través de formas inesperadas. También destaca que Dios declara principios espirituales en el ámbito espiritual y que a veces nos toca ser parte del proceso para su realización. El pastor recalca la importancia de tener fe en que Dios es nuestro proveedor y cita Lucas 12:32 como un ejemplo de la promesa de Dios de darnos todo.
El texto habla sobre la importancia de tener una mentalidad de fe y posibilidades en lugar de una mentalidad de carencia y limitaciones. Dios es un proveedor ilimitado y nos anima a ser generosos y confiar en Él para nuestras necesidades. Se mencionan varios ejemplos bíblicos, incluyendo la historia de la viuda y Elías, la multiplicación de los panes y peces, y la historia de Caleb y Josué. El autor comparte una historia personal sobre cómo su fe en Dios lo llevó a superar obstáculos en la construcción de un edificio. En resumen, la mentalidad de fe y posibilidades nos permite ver más allá de las limitaciones y confiar en el poder y provisión de Dios.
El pastor habla sobre la importancia de creer en Dios y tener una mentalidad de posibilidad para superar las dificultades y alcanzar las metas. Destaca que es importante darle a Dios las primicias y arriesgarse en el nombre del Señor, ya que Dios quiere bendecir a sus hijos y proveer para ellos. También enfatiza que siempre hay que arriesgarse y estar dispuestos a morir para experimentar la resurrección y la bendición. En resumen, el pastor exhorta a los creyentes a renunciar a la mentalidad limitada y abrazar la mentalidad de la posibilidad en Cristo.
En este sermón, el pastor habla sobre la mayordomía y cómo Dios es un Dios proveedor. Él comenta que Dios ha establecido principios espirituales en su palabra y que al ponerlos en práctica, se pueden recibir bendiciones. El pastor menciona el texto de la viuda de Sarepta y cómo Dios provee a través de formas inesperadas. También destaca que Dios declara principios espirituales en el ámbito espiritual y que a veces nos toca ser parte del proceso para su realización. El pastor recalca la importancia de tener fe en que Dios es nuestro proveedor y cita Lucas 12:32 como un ejemplo de la promesa de Dios de darnos todo.
El texto habla sobre la importancia de tener una mentalidad de fe y posibilidades en lugar de una mentalidad de carencia y limitaciones. Dios es un proveedor ilimitado y nos anima a ser generosos y confiar en Él para nuestras necesidades. Se mencionan varios ejemplos bíblicos, incluyendo la historia de la viuda y Elías, la multiplicación de los panes y peces, y la historia de Caleb y Josué. El autor comparte una historia personal sobre cómo su fe en Dios lo llevó a superar obstáculos en la construcción de un edificio. En resumen, la mentalidad de fe y posibilidades nos permite ver más allá de las limitaciones y confiar en el poder y provisión de Dios.
El pastor habla sobre la importancia de creer en Dios y tener una mentalidad de posibilidad para superar las dificultades y alcanzar las metas. Destaca que es importante darle a Dios las primicias y arriesgarse en el nombre del Señor, ya que Dios quiere bendecir a sus hijos y proveer para ellos. También enfatiza que siempre hay que arriesgarse y estar dispuestos a morir para experimentar la resurrección y la bendición. En resumen, el pastor exhorta a los creyentes a renunciar a la mentalidad limitada y abrazar la mentalidad de la posibilidad en Cristo.
Primer libro de los Reyes, Capítulo 17, dice la palabra del Señor acerca del profeta Elías:
“.... vino luego a él palabra de Jehová diciendo: “levántate, vete a Sarepta de Sidón y mora allí. He aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente”. Entonces Elías se levantó y se fue a Sarepta y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña y él la llamó y le dijo: “Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso para que beba”, y yendo ella para traérsela él la volvió a llamar y le dijo: “Te ruego que me traigas un bocado de pan en tu mano”, y ella respondió: “Vive Jehová tu Dios que no tengo pan cocido, solamente un puñado de harina tengo en la tinaja y un poco de aceite en una vasija, y ahora recogía dos leños para entrar y prepararlo para mi y para mi hijo para que lo comamos y nos dejemos morir”. Elías le dijo: “No tengas temor, ve has como has dicho pero hazme a mi primero -digan todos “a mi primero”, eso suena bien Pentescotal hacerlos decir eso- hazme a mi primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza y tráemela y después harás para ti y para tu hijo porque Jehová, Dios de Israel, ha dicho así. La harina de la tinaja no escaseará ni el aceite de la vasija disminuirá hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra”. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías y comió él y ella y su casa muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó ni el aceite de la vasija menguó conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.” Bendiga el Señor su palabra a nosotros. Amen.
“.... vino luego a él palabra de Jehová diciendo: “levántate, vete a Sarepta de Sidón y mora allí. He aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente”. Entonces Elías se levantó y se fue a Sarepta y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña y él la llamó y le dijo: “Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso para que beba”, y yendo ella para traérsela él la volvió a llamar y le dijo: “Te ruego que me traigas un bocado de pan en tu mano”, y ella respondió: “Vive Jehová tu Dios que no tengo pan cocido, solamente un puñado de harina tengo en la tinaja y un poco de aceite en una vasija, y ahora recogía dos leños para entrar y prepararlo para mi y para mi hijo para que lo comamos y nos dejemos morir”. Elías le dijo: “No tengas temor, ve has como has dicho pero hazme a mi primero -digan todos “a mi primero”, eso suena bien Pentescotal hacerlos decir eso- hazme a mi primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza y tráemela y después harás para ti y para tu hijo porque Jehová, Dios de Israel, ha dicho así. La harina de la tinaja no escaseará ni el aceite de la vasija disminuirá hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra”. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías y comió él y ella y su casa muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó ni el aceite de la vasija menguó conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.” Bendiga el Señor su palabra a nosotros. Amen.
