Nueva Biblia Latinoamericana
Apenas había acabado de hablar, los hijos del rey llegaron, alzaron su voz y lloraron. También el rey y todos sus siervos lloraron muy amargamente. (2 Samuel 13:36)
Huyó Absalón y fue a Talmai, hijo de Amiud, rey de Gesur. Y David lloraba por su hijo todos los días. (2 Samuel 13:37)
Así fue que Absalón huyó a Gesur, y estuvo allí tres años. (2 Samuel 13:38)
Y el rey David ansiaba ir adonde estaba Absalón, pues con respecto a Amnón que había muerto, ya se había consolado.
Joab, hijo de Sarvia, comprendió que el corazón del rey se inclinaba hacia Absalón. (2 Samuel 14:1)
Y Joab envió a Tecoa a traer a una mujer sabia de allí, y le dijo: "Te ruego que finjas estar de duelo, te pongas ahora ropas de luto y no te unjas con óleo, sino pórtate como una mujer que por muchos días ha estado de duelo por un muerto; (2 Samuel 14:2)
después ve al rey y háblale de esta manera." Y Joab puso las palabras en su boca. (2 Samuel 14:3)

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2 Samuel 13:39 - Referencia Cruzada

Ahora, ciertamente te has marchado porque anhelabas mucho la casa de tu padre. Pero ¿por qué robaste mis dioses?" (Génesis 31:30)
Anhela mi alma, y aun desea con ansias los atrios del SEÑOR; Mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo. (Salmos 84:2)
Quebrantada está mi alma anhelando Tus ordenanzas en todo tiempo. (Salmos 119:20)
Tus hijos y tus hijas serán dados a otro pueblo, mientras tus ojos miran y desfallecen por ellos continuamente, pero no habrá nada que puedas hacer. (Deuteronomio 28:32)
Todos sus hijos y todas sus hijas vinieron para consolarlo, pero él rehusó ser consolado, y dijo: "Ciertamente enlutado bajaré al Seol (región de los muertos) por causa de mi hijo." Y su padre lloró por él. (Génesis 37:35)
Pero viendo David que sus siervos susurraban entre sí, comprendió que el niño había muerto, y dijo a sus siervos: "¿Ha muerto el niño?" "Ha muerto," respondieron ellos. (2 Samuel 12:19)
Pasaron muchos días y murió la hija de Súa, mujer de Judá. Y pasado el duelo, Judá subió a los trasquiladores de sus ovejas en Timnat, él y su amigo Hira el Adulamita. (Génesis 38:12)
Porque él los extrañaba a todos, y estaba angustiado porque ustedes habían oído que se había enfermado. (Filipenses 2:26)
Entonces Isaac la trajo a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca y ella fue su mujer, y la amó. Así se consoló Isaac después de la muerte de su madre. (Génesis 24:67)