Nueva Biblia Latinoamericana
Y el SEÑOR nuestro Dios lo entregó a nosotros; y lo derrotamos a él, a sus hijos y a todo su pueblo. (Deuteronomio 2:33)
En aquel tiempo tomamos todas sus ciudades, y exterminamos a hombres, mujeres y niños de cada ciudad. No dejamos ningún sobreviviente. (Deuteronomio 2:34)
Tomamos solamente como nuestro botín los animales y los despojos de las ciudades que habíamos capturado. (Deuteronomio 2:35)
Desde Aroer, que está a la orilla del Valle del Arnón, y desde la ciudad que está en el valle, aun hasta Galaad, no hubo ciudad inaccesible para nosotros; el SEÑOR nuestro Dios nos las entregó todas.
Pero, conforme a todo lo que el SEÑOR nuestro Dios había prohibido, no te acercaste a la tierra de los Amonitas, a todo lo largo del arroyo Jaboc, ni a las ciudades del monte. (Deuteronomio 2:37)
Volvimos, pues, y subimos por el camino de Basán, y Og, rey de Basán, nos salió al encuentro con todo su pueblo para pelear en Edrei. (Deuteronomio 3:1)
Pero el SEÑOR me dijo: 'No le tengas miedo, porque Yo lo he entregado en tu mano a todo su pueblo y su tierra; y harás con él tal como hiciste con Sehón, rey de los Amorreos, que habitaba en Hesbón.' (Deuteronomio 3:2)

Otras publicaciones relacionadas con "Deuteronomio 2:36":

Charles Spurgeon
El Señor es capaz de detener a todos los enemigos de Su pueblo
Artículo sobre la capacidad del Señor para detener a los enemigos del pueblo y cómo podemos confiar en Él en tiempos de temor.


Samuel Acevedo
No temas, ni desmayes
En este artículo, Samuel Acevedo nos recuerda la importancia de no temer ni desmayar en nuestra vida cristiana y cómo mantener una relación viva con Dios para encontrar paz y bendición en Él.


Deuteronomio 2:36 - Referencia Cruzada

Sehón, rey de los Amorreos, que habitaba en Hesbón y gobernaba desde Aroer, que está al borde del Valle del Arnón, el medio del valle y la mitad de Galaad, y hasta el arroyo de Jaboc, frontera de los Amonitas; (Josué 12:2)
Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré ni te abandonaré. (Josué 1:5)
Párate junto al camino y vela, Moradora de Aroer; Pregunta al que huye y a la que escapa, Y di: '¿Qué ha sucedido?' (Jeremías 48:19)
Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? (Romanos 8:31)
desde Aroer, que está a la orilla del Valle del Arnón, hasta el Monte Sion, es decir, Hermón, (Deuteronomio 4:48)
Abandonadas están las ciudades de Aroer. Serán para los rebaños, para que se echen en ellas , Y no habrá quien los espante. (Isaías 17:2)
Pues no fue por su espada que tomaron posesión de la tierra, Ni fue su brazo el que los salvó, Sino Tu diestra y Tu brazo, y la luz de Tu presencia, Porque Te complaciste en ellos. (Salmos 44:3)
Tomamos posesión, pues, de esta tierra en aquel tiempo. Desde Aroer, que está en el Valle del Arnón, y la mitad de la región montañosa de Galaad y sus ciudades, se la di a los Rubenitas y a los Gaditas. (Deuteronomio 3:12)
desde Aroer, que está a la orilla del Valle del Arnón, con la ciudad que está en medio del valle, y toda la llanura de Medeba, hasta Dibón; (Josué 13:9)
Te he convertido en trillo nuevo, cortante, de doble filo; Trillarás los montes y los harás polvo, Y los collados dejarás como hojarasca. (Isaías 41:15)
Y el territorio de ellos era desde Aroer, que está a la orilla del Valle del Arnón, con la ciudad que está en medio del valle, y toda la llanura hasta Medeba; (Josué 13:16)