Nueva Biblia Latinoamericana
Y el SEÑOR me dijo: 'Mira, he comenzado a entregar a Sehón y su tierra en tus manos. Comienza a ocuparla para que poseas la tierra.' (Deuteronomio 2:31)
Entonces Sehón salió con todo su pueblo a encontrarnos en batalla en Jahaza. (Deuteronomio 2:32)
Y el SEÑOR nuestro Dios lo entregó a nosotros; y lo derrotamos a él, a sus hijos y a todo su pueblo. (Deuteronomio 2:33)
En aquel tiempo tomamos todas sus ciudades, y exterminamos a hombres, mujeres y niños de cada ciudad. No dejamos ningún sobreviviente.
Tomamos solamente como nuestro botín los animales y los despojos de las ciudades que habíamos capturado. (Deuteronomio 2:35)
Desde Aroer, que está a la orilla del Valle del Arnón, y desde la ciudad que está en el valle, aun hasta Galaad, no hubo ciudad inaccesible para nosotros; el SEÑOR nuestro Dios nos las entregó todas. (Deuteronomio 2:36)
Pero, conforme a todo lo que el SEÑOR nuestro Dios había prohibido, no te acercaste a la tierra de los Amonitas, a todo lo largo del arroyo Jaboc, ni a las ciudades del monte. (Deuteronomio 2:37)

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Deuteronomio 2:34 - Referencia Cruzada

Entonces Israel hizo un voto al SEÑOR y dijo: "Si en verdad entregas a este pueblo en mis manos, yo destruiré por completo sus ciudades." (Números 21:2)
Ve ahora, y ataca a Amalec, y destruye por completo todo lo que tiene, y no te apiades de él; antes bien, da muerte tanto a hombres como a mujeres, a niños como a niños de pecho, a bueyes como a ovejas, a camellos como a asnos.'" (1 Samuel 15:3)
y cuando el SEÑOR tu Dios los haya entregado delante de ti, y los hayas derrotado, los destruirás por completo. No harás alianza con ellos ni te apiadarás de ellos. (Deuteronomio 7:2)
Pero en las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da en heredad, no dejarás con vida nada que respire, (Deuteronomio 20:16)
Y ellos respondieron a Josué: "Porque ciertamente tus siervos fueron informados de que el SEÑOR tu Dios había ordenado a Su siervo Moisés que les diera toda la tierra, y que destruyera a todos los habitantes de la tierra delante de ustedes. Por tanto, temimos en gran manera por nuestras vidas a causa de ustedes, y hemos hecho esto. (Josué 9:24)
Sin embargo, cualquier cosa dedicada que alguien separe para el SEÑOR de lo que posee, sea hombre o animal, o campos de su propiedad, no se venderá ni redimirá. Toda cosa dedicada es santísima al SEÑOR. (Levítico 27:28)
Las destruimos totalmente, como hicimos con Sehón, rey de Hesbón, exterminando a todos los hombres, mujeres y niños de cada ciudad. (Deuteronomio 3:6)
No traerás cosa abominable a tu casa, pues serás anatema (destruido) como ella; ciertamente la aborrecerás y la abominarás, pues es anatema. (Deuteronomio 7:26)
Israel ha pecado y también ha transgredido Mi pacto que les ordené. Y hasta han tomado de las cosas dedicadas al anatema, y también han robado y mentido, y además las han puesto entre sus propias cosas. (Josué 7:11)
El total de los que cayeron aquel día, tanto hombres como mujeres, fue de 12,000 todo el pueblo de Hai. (Josué 8:25)
Los Israelitas tomaron como botín todos los despojos de estas ciudades y el ganado; pero a los hombres hirieron a filo de espada hasta destruirlos. No dejaron a ninguno con vida. (Josué 11:14)
Capturó vivo a Agag, rey de los Amalecitas, y destruyó por completo a todo el pueblo a filo de espada. (1 Samuel 15:8)