Y los jefes les dijeron: "Déjenlos vivir." Y ellos fueron leñadores y aguadores para toda la congregación, tal como los jefes les habían dicho. (Josué 9:21)

Entonces Josué los mandó llamar y les habló: "¿Por qué nos han engañado, diciendo: 'Habitamos muy lejos de ustedes,' cuando habitan en nuestra tierra? (Josué 9:22)

Ahora pues, malditos son y nunca dejarán de ser esclavos, leñadores y aguadores para la casa de mi Dios." (Josué 9:23)

Y ellos respondieron a Josué: "Porque ciertamente tus siervos fueron informados de que el SEÑOR tu Dios había ordenado a Su siervo Moisés que les diera toda la tierra, y que destruyera a todos los habitantes de la tierra delante de ustedes. Por tanto, temimos en gran manera por nuestras vidas a causa de ustedes, y hemos hecho esto.

Ahora pues, estamos en tus manos. Haz con nosotros lo que te parezca bueno y justo." (Josué 9:25)

Y así hizo él con ellos, y los libró de las manos de los Israelitas, y éstos no los mataron. (Josué 9:26)

Y aquel día Josué los hizo leñadores y aguadores para la congregación y para el altar del SEÑOR, en el lugar que El escogiera, hasta el día de hoy. (Josué 9:27)

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Josué 9:24 - Referencia Cruzada

Lo han oído los pueblos y tiemblan; El pavor se ha apoderado de los habitantes de Filistea. (Éxodo 15:14)

Cuando el SEÑOR tu Dios te haya introducido en la tierra donde vas a entrar para poseerla y haya echado de delante de ti a muchas naciones: los Hititas, los Gergeseos, los Amorreos, los Cananeos, los Ferezeos, los Heveos y los Jebuseos, siete naciones más grandes y más poderosas que tú, (Deuteronomio 7:1)

Así harás a todas las ciudades que están muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de las naciones cercanas. (Deuteronomio 20:15)

Fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los Filisteos, y desde el desierto hasta el Río Eufrates . Porque en tus manos entregaré a los habitantes de esa tierra, y tú los echarás de delante de ti. (Éxodo 23:31)

Habla a los Israelitas, y diles: 'Cuando crucen el Jordán a la tierra de Canaán, (Números 33:51)

Satanás respondió al SEÑOR: "¡Piel por piel! Sí, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. (Job 2:4)

No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien teman a Aquél que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno. (Mateo 10:28)

Pero el SEÑOR tu Dios las entregará delante de ti, y producirá entre ellas gran confusión hasta que perezcan. (Deuteronomio 7:23)

Pero si no expulsan de delante de ustedes a los habitantes de la tierra, entonces sucederá que los que de ellos dejen serán como aguijones en sus ojos y como espinas en sus costados, y los hostigarán en la tierra en que habiten. (Números 33:55)

Ellos le dijeron: "Tus siervos han venido de un país muy lejano a causa de la fama del SEÑOR tu Dios. Porque hemos oído hablar de El, de todo lo que hizo en Egipto, (Josué 9:9)