Nueva Biblia Latinoamericana
A aquel lugar se le llamó Valle de Escol por razón del racimo que los Israelitas cortaron allí. (Números 13:24)
Y volvieron de reconocer la tierra después de cuarenta días, (Números 13:25)
y fueron y se presentaron a Moisés, a Aarón, y a toda la congregación de los Israelitas en el desierto de Parán, en Cades; y les dieron un informe a ellos y a toda la congregación, y les enseñaron el fruto de la tierra. (Números 13:26)
Y le contaron a Moisés, y le dijeron: "Fuimos a la tierra adonde nos enviaste; ciertamente mana leche y miel, y éste es el fruto de ella.
Sólo que es fuerte el pueblo que habita en la tierra, y las ciudades, fortificadas y muy grandes; y además vimos allí a los descendientes de Anac. (Números 13:28)
Amalec habita en la tierra del Neguev, y los Hititas, los Jebuseos y los Amorreos habitan en la región montañosa, y los Cananeos habitan junto al mar y a la ribera del Jordán." (Números 13:29)
Entonces Caleb calmó al pueblo delante de Moisés, y dijo: "Debemos ciertamente subir y tomar posesión de ella, porque sin duda la conquistaremos." (Números 13:30)

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Números 13:27 - Referencia Cruzada

Porque cuando Yo los introduzca en la tierra que mana leche y miel, la cual juré a sus padres, y ellos coman y se sacien y prosperen, se volverán a otros dioses y los servirán, y Me despreciarán y quebrantarán Mi pacto. (Deuteronomio 31:20)
y tú te alegrarás, y también el Levita y el extranjero que está en medio de ti, por todo el bien que el SEÑOR tu Dios te ha dado a ti y a tu casa. (Deuteronomio 26:11)
Aquel día les juré que los sacaría de la tierra de Egipto a una tierra que Yo había escogido para ellos, que mana leche y miel y que es la más hermosa de todas las tierras. (Ezequiel 20:6)
Y he dicho: Los sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del Cananeo, del Hitita, del Amorreo, del Ferezeo, del Heveo y del Jebuseo, a una tierra que mana leche y miel."' (Éxodo 3:17)
Pues los Israelitas anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que pereció toda la nación, es decir, los hombres de guerra que salieron de Egipto, porque no escucharon la voz del SEÑOR. A ellos el SEÑOR les juró que no les permitiría ver la tierra que el SEÑOR había jurado a sus padres que nos daría, una tierra que mana leche y miel. (Josué 5:6)
Entonces tomaron en sus manos del fruto de la tierra y nos lo trajeron; y nos dieron un informe y dijeron: 'Es una tierra buena que el SEÑOR nuestro Dios nos da.' (Deuteronomio 1:25)
para que prolonguen sus días en la tierra que el SEÑOR juró dar a sus padres y a su descendencia, una tierra que mana leche y miel. (Deuteronomio 11:9)
Y será que cuando el SEÑOR te lleve a la tierra del Cananeo, del Hitita, del Amorreo, del Heveo y del Jebuseo, la cual juró a tus padres que te daría, tierra que mana leche y miel, celebrarás esta ceremonia en este mes. (Éxodo 13:5)
Así que he descendido para librarlos de mano de los Egipcios, y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar de los Cananeos, de los Hititas, de los Amorreos, de los Ferezeos, de los Heveos y de los Jebuseos. (Éxodo 3:8)
Por eso les he dicho: "Ustedes poseerán su tierra, y Yo mismo se la daré para que la posean, una tierra que mana leche y miel." Yo soy el SEÑOR su Dios, que los he apartado de los pueblos. (Levítico 20:24)
y nos ha traído a este lugar y nos ha dado esta tierra, una tierra que mana leche y miel. (Deuteronomio 26:9)
Si el SEÑOR se agrada de nosotros, nos llevará a esa tierra y nos la dará; es una tierra que mana leche y miel. (Números 14:8)
También les juré en el desierto que no los llevaría a la tierra que les había dado, que mana leche y miel y que es la más hermosa de todas las tierras, (Ezequiel 20:15)
Escucha, pues, oh Israel, y cuida de hacerlo, para que te vaya bien y te multipliques en gran manera, en una tierra que mana leche y miel, tal como el SEÑOR, el Dios de tus padres, te ha prometido. (Deuteronomio 6:3)
y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hayas pasado, para entrar en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, una tierra que mana leche y miel, tal como el SEÑOR, el Dios de tus padres te prometió. (Deuteronomio 27:3)
para confirmar el juramento que juré a sus padres, de darles una tierra que mana leche y miel, como lo es hoy."'" Entonces respondí: "Amén, SEÑOR." (Jeremías 11:5)
Sube a una tierra que mana leche y miel. Pues Yo no subiré en medio de ti, oh Israel, no sea que te destruya en el camino, porque eres un pueblo terco." (Éxodo 33:3)
y les diste esta tierra, que habías jurado dar a sus padres, tierra que mana leche y miel. (Jeremías 32:22)