Nueva Biblia Latinoamericana
Y el SEÑOR nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, con gran terror, con señales y milagros; (Deuteronomio 26:8)
y nos ha traído a este lugar y nos ha dado esta tierra, una tierra que mana leche y miel. (Deuteronomio 26:9)
Ahora, yo he traído las primicias de los frutos de la tierra que Tú, oh SEÑOR, me has dado.' Entonces las pondrás delante del SEÑOR tu Dios, y adorarás delante del SEÑOR tu Dios; (Deuteronomio 26:10)
y tú te alegrarás, y también el Levita y el extranjero que está en medio de ti, por todo el bien que el SEÑOR tu Dios te ha dado a ti y a tu casa.
Cuando acabes de separar todo el diezmo de tus frutos en el tercer año, el año del diezmo, entonces se lo darás al Levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, para que puedan comer en tus ciudades y sean saciados. (Deuteronomio 26:12)
Entonces dirás delante del SEÑOR tu Dios: 'He sacado de mi casa la porción consagrada y también la he dado al Levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda conforme a todos Tus mandamientos que Tú me has mandado. No he violado ni olvidado ninguno de Tus mandamientos. (Deuteronomio 26:13)
No he comido de ella estando de luto, ni he tomado de ella mientras estaba inmundo, ni he ofrecido de ella a los muertos. He escuchado la voz del SEÑOR mi Dios; he hecho conforme a todo lo que Tú me has mandado. (Deuteronomio 26:14)

Otras publicaciones relacionadas con "Deuteronomio 26:11":

Dr. Roberto Miranda
Generosidad y gratitud
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de la generosidad y la gratitud en la vida de un creyente en Cristo, destacando la historia de David en Primera de Crónicas y la importancia de las ofrendas en la tradición del pueblo de Dios.


Patricia Sobalvarro
Dar sin miedo
En este sermón, Patricia Sobalvarro reflexiona sobre el Libro de Éxodo y la sabiduría financiera en la Congregación León de Judá, animando a dar sin miedo y confiar en Dios como proveedor.


Deuteronomio 26:11 - Referencia Cruzada

Salmo de acción de gracias. Aclamen con júbilo al SEÑOR, toda la tierra. (Salmos 100:1)
sino que lo comerás en presencia del SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, y el Levita que vive dentro de tus puertas (de tus ciudades); y te alegrarás en presencia del SEÑOR tu Dios de toda la obra de tus manos. (Deuteronomio 12:18)
A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. (1 Timoteo 6:17)
Por cuanto no serviste al SEÑOR tu Dios con alegría y con gozo de corazón, cuando tenías la abundancia de todas las cosas, (Deuteronomio 28:47)
Regocíjense en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocíjense! (Filipenses 4:4)
Y te alegrarás delante del SEÑOR tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el Levita que habita en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que están en medio de ti, en el lugar donde el SEÑOR tu Dios escoja para poner allí Su nombre. (Deuteronomio 16:11)
Y se alegrarán en presencia del SEÑOR su Dios, ustedes, sus hijos y sus hijas, sus siervos y sus siervas, y el Levita que vive dentro de sus puertas, ya que no tiene parte ni heredad entre ustedes. (Deuteronomio 12:12)
Porque Tu misericordia es mejor que la vida, Mis labios Te alabarán. (Salmos 63:3)
Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, (Hechos 2:46)
Pues ¡cuánta es su gracia y cuánta su hermosura! El trigo hará florecer a los jóvenes y el vino nuevo a las vírgenes. (Zacarías 9:17)
Allí también ustedes y sus familias comerán en presencia del SEÑOR su Dios, y se alegrarán en todas sus empresas en las cuales el SEÑOR su Dios los ha bendecido. (Deuteronomio 12:7)
Mis siervos darán gritos de júbilo con corazón alegre, Pero ustedes clamarán con corazón triste, Y con espíritu quebrantado gemirán. (Isaías 65:14)
Si en ustedes sembramos lo espiritual, ¿será demasiado que de ustedes cosechemos lo material? (1 Corintios 9:11)