Nueva Biblia Latinoamericana
Pero si no quiere redimir el campo, y se vende el campo a otro, ya no podrá redimirlo; (Levítico 27:20)
y cuando quede libre en el jubileo, el campo será consagrado al SEÑOR, como campo dedicado; será para el sacerdote como posesión suya. (Levítico 27:21)
Si alguno consagra al SEÑOR un campo que ha comprado, que no es parte del campo de su propiedad, (Levítico 27:22)
entonces el sacerdote le calculará la cantidad de tu valuación hasta el año de jubileo; y en ese día dará tu valuación como cosa consagrada al SEÑOR.
En el año de jubileo el campo volverá a aquél de quien lo compró, a quien pertenece la posesión de la tierra. (Levítico 27:24)
Toda valuación que hagas será conforme al siclo del santuario. Veinte geras son un siclo (11.4 gramos de plata). (Levítico 27:25)
Sin embargo, el primogénito de los animales, que por su primogenitura pertenece al SEÑOR, nadie puede consagrarlo; ya sea buey u oveja, es del SEÑOR. (Levítico 27:26)

Otras publicaciones relacionadas con "Levítico 27:23":

Dr. Roberto Miranda
No voy a ofrecer un sacrificio que no me cueste nada
En este artículo, el pastor Roberto Miranda habla sobre la importancia del sacrificio y la inversión en el plano material para que se dé un proceso espiritual grandioso en la Congregación León de Judá en Boston. También se habla del valor mágico y misterioso del lugar donde se ofreció el sacrificio en 2 Samuel 24:18-25 y cómo Dios quiere usar este lugar para Su Gloria.


Dr. Roberto Miranda
El amor eterno de Dios para Israel
La Iglesia León de Judá apoya firmemente a Israel y cree en el derecho perpetuo de los judíos a ocupar su tierra. Este artículo habla sobre las profecías bíblicas relacionadas con el retorno de Israel a Jerusalén y la venida del Mesías, destacando el amor y la pasión de Dios por su pueblo.


Levítico 27:23 - Referencia Cruzada

Pero si consagra su campo después del jubileo, entonces el sacerdote le calculará el precio en proporción a los años que quedan hasta el año de jubileo, y será rebajado de tu valuación. (Levítico 27:18)
y el sacerdote lo valuará como bueno o como malo; como tú, el sacerdote, lo valúes, así será. (Levítico 27:12)