Nueva Biblia Latinoamericana
Y salieron del templo los siete ángeles que tenían las siete plagas. Estaban vestidos de lino puro y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro. (Apocalipsis 15:6)
Entonces uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro llenas del furor de Dios, quien vive por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 15:7)
El templo se llenó del humo de la gloria de Dios y de Su poder. Nadie podía entrar al templo hasta que se terminaran las siete plagas de los siete ángeles. (Apocalipsis 15:8)
Oí entonces una gran voz que desde el templo decía a los siete ángeles: "Vayan y derramen en la tierra las siete copas del furor de Dios."
El primer ángel fue y derramó su copa en la tierra, y se produjo una llaga repugnante y maligna en los hombres que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen. (Apocalipsis 16:2)
El segundo ángel derramó su copa en el mar, y se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser viviente que había en el mar. (Apocalipsis 16:3)
El tercer ángel derramó su copa en los ríos y en las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre. (Apocalipsis 16:4)

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Apocalipsis 16:1 - Referencia Cruzada

Entonces salió del templo otro ángel clamando a gran voz a Aquél que estaba sentado en la nube: "Mete Tu hoz y siega, porque la hora de segar ha llegado, pues la cosecha de la tierra está madura." (Apocalipsis 14:15)
Y el SEÑOR le dijo al hombre vestido de lino: "Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárcelos sobre la ciudad." Y el hombre entró ante mis ojos. (Ezequiel 10:2)
Pero oí que a los otros les dijo: "Pasen por la ciudad en pos de él y hieran; no tenga piedad su ojo, no perdonen. (Ezequiel 9:5)
Entonces los siguió otro ángel, el tercero, diciendo a gran voz: "Si alguien adora a la bestia y a su imagen, y recibe una marca en su frente o en su mano, (Apocalipsis 14:9)
Por tanto, espérenme," declara el SEÑOR, "hasta el día en que Me levante como testigo, Porque Mi decisión es reunir a las naciones, Juntar a los reinos, Para derramar sobre ellos Mi indignación, Todo el ardor de Mi ira. Porque por el fuego de Mi celo Toda la tierra será consumida. (Sofonías 3:8)
Ve ahora, y ataca a Amalec, y destruye por completo todo lo que tiene, y no te apiades de él; antes bien, da muerte tanto a hombres como a mujeres, a niños como a niños de pecho, a bueyes como a ovejas, a camellos como a asnos.'" (1 Samuel 15:3)
Derrama furor sobre las naciones que no Te conocen, Y sobre los linajes que no invocan Tu nombre. Porque han devorado a Jacob, Lo han devorado y lo han consumido, Y han asolado su morada. (Jeremías 10:25)
El séptimo ángel derramó su copa en el aire. Una gran voz salió del templo, del trono, que decía: "Hecho está." (Apocalipsis 16:17)
y que el SEÑOR te envió en una misión, y te dijo: 'Ve, y destruye por completo a los pecadores, los Amalecitas, y lucha contra ellos hasta que sean exterminados?' (1 Samuel 15:18)
El primer ángel fue y derramó su copa en la tierra, y se produjo una llaga repugnante y maligna en los hombres que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen. (Apocalipsis 16:2)
Entonces vi otra señal en el cielo, grande y maravillosa: siete ángeles que tenían siete plagas, las últimas, porque en ellas se ha consumado (se ha completado) el furor de Dios. (Apocalipsis 15:1)
Entonces otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, salió del altar, y llamó con gran voz al que tenía la hoz afilada, diciéndole: "Mete tu hoz afilada y vendimia los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas están maduras." (Apocalipsis 14:18)
Después de estas cosas miré, y se abrió el templo del tabernáculo del testimonio en el cielo. (Apocalipsis 15:5)
El Hijo del Hombre enviará a Sus ángeles, y recogerán de Su reino a todos los que son piedra de tropiezo y a los que hacen iniquidad; (Mateo 13:41)
Derrama Tu furor sobre las naciones que no Te conocen, Y sobre los reinos que no invocan Tu nombre. (Salmos 79:6)