Después vi volar en medio del cielo a otro ángel que tenía un evangelio eterno para anunciarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación, tribu, lengua, y pueblo,
(Apocalipsis 14:6)que decía a gran voz: "Teman (Reverencien) a Dios y den a El gloria, porque la hora de Su juicio ha llegado. Adoren al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas."
(Apocalipsis 14:7)Lo siguió otro ángel, el segundo, diciendo: "¡Cayó, cayó la gran Babilonia!, la que ha hecho beber a todas las naciones del vino de la pasión (del furor) de su inmoralidad."
(Apocalipsis 14:8)Entonces los siguió otro ángel, el tercero, diciendo a gran voz: "Si alguien adora a la bestia y a su imagen, y recibe una marca en su frente o en su mano,
él también beberá del vino del furor de Dios, que está preparado puro en la copa de Su ira. Será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y en presencia del Cordero.
(Apocalipsis 14:10)El humo de su tormento asciende por los siglos de los siglos. No tienen reposo, ni de día ni de noche, los que adoran a la bestia y a su imagen, y cualquiera que reciba la marca de su nombre."
(Apocalipsis 14:11)Aquí está la perseverancia de los santos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
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Apocalipsis 14:9 - Referencia Cruzada
El humo de su tormento asciende por los siglos de los siglos. No tienen reposo, ni de día ni de noche, los que adoran a la bestia y a su imagen, y cualquiera que reciba la marca de su nombre."
(Apocalipsis 14:11)Con todo, les envié a todos Mis siervos los profetas repetidas veces, diciéndoles: "No hagan ahora esta cosa abominable que Yo aborrezco."
(Jeremías 44:4)Después vi volar en medio del cielo a otro ángel que tenía un evangelio eterno para anunciarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación, tribu, lengua, y pueblo,
(Apocalipsis 14:6)Vi otra bestia que subía de la tierra. Tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero y hablaba como un dragón.
(Apocalipsis 13:11)Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada. Y la tierra entera se maravilló y seguía tras la bestia.
(Apocalipsis 13:3)