Nueva Biblia Latinoamericana
El templo se llenó del humo de la gloria de Dios y de Su poder. Nadie podía entrar al templo hasta que se terminaran las siete plagas de los siete ángeles. (Apocalipsis 15:8)
Oí entonces una gran voz que desde el templo decía a los siete ángeles: "Vayan y derramen en la tierra las siete copas del furor de Dios." (Apocalipsis 16:1)
El primer ángel fue y derramó su copa en la tierra, y se produjo una llaga repugnante y maligna en los hombres que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen. (Apocalipsis 16:2)
El segundo ángel derramó su copa en el mar, y se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser viviente que había en el mar.
El tercer ángel derramó su copa en los ríos y en las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre. (Apocalipsis 16:4)
Oí al ángel de las aguas, que decía: "Justo eres Tú, el que eres, y el que eras, oh Santo, porque has juzgado estas cosas; (Apocalipsis 16:5)
pues ellos derramaron sangre de santos y profetas y Tú les has dado a beber sangre. Se lo merecen." (Apocalipsis 16:6)

Otras publicaciones relacionadas con "Apocalipsis 16:3":

Santiago Ponciano
Si abren los cielos cambia todo
El pastor comparte una palabra de bendición sobre la apertura de los cielos y la necesidad de romper las cubiertas que nos impiden recibir las bendiciones de Dios. Habla sobre los tres cielos y cómo adorar a Dios puede romper el segundo cielo. También anima a ungir las calles y reclamar las naciones para Jesucristo.


Lilian Gutierrez
Cierra la sombrilla - la lluvia tardía se aproxima
En este sermón, la predicadora habla sobre la lluvia tardía que Dios enviará para preparar a su pueblo y traer prosperidad y gozo. También se habla sobre la presencia de Dios, la restauración, la lucha contra el enemigo y la promesa del derramamiento del Espíritu Santo con aún más poder.


Apocalipsis 16:3 - Referencia Cruzada

Convirtió en sangre sus ríos Y sus corrientes, y no pudieron beber. (Salmos 78:44)
Convirtió sus aguas en sangre, E hizo morir sus peces. (Salmos 105:29)
Todo aquello en cuya nariz había aliento de espíritu de vida, todo lo que había sobre la tierra firme, murió. (Génesis 7:22)
Ellos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva durante los días en que ellos profeticen; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda suerte de plagas todas las veces que quieran. (Apocalipsis 11:6)
El segundo ángel tocó la trompeta, y algo como una gran montaña ardiendo en llamas fue arrojado al mar, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. (Apocalipsis 8:8)
El dragón se paró sobre la arena del mar. Y vi que subía del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas. En sus cuernos había diez diademas (coronas), y en sus cabezas había nombres blasfemos. (Apocalipsis 13:1)
Te juzgaré como son juzgadas las adúlteras y las que derraman sangre, y traeré sobre ti sangre de furor y de celos. (Ezequiel 16:38)
Así dice el SEÑOR: "En esto conocerás que Yo soy el SEÑOR: Yo golpearé con la vara que está en mi mano las aguas que están en el Nilo, y se convertirán en sangre. (Éxodo 7:17)
Tenía en su mano un librito abierto. Puso el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra, (Apocalipsis 10:2)