¿Y quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
(1 Juan 5:5)
Este es Aquél que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.
(1 Juan 5:6)
Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo (Jesucristo), y el Espíritu Santo, y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra:
(1 Juan 5:7)
el Espíritu, el agua, y la sangre, y los tres concuerdan.
Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque éste es el testimonio de Dios: que El ha dado testimonio acerca de Su Hijo.
(1 Juan 5:9)
El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo. El que no cree a Dios, ha hecho a Dios mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado respecto a Su Hijo.
(1 Juan 5:10)
Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en Su Hijo.
(1 Juan 5:11)
Otras publicaciones relacionadas con "1 Juan 5:8":
1 Juan 5:8 - Referencia Cruzada
Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante Su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
(Hebreos 13:12)
Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora los salva a ustedes, no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia, mediante la resurrección de Jesucristo,
(1 Pedro 3:21)
Porque muchos daban falso testimonio contra El, pero sus testimonios se contradecían.
(Marcus 14:56)
quien también nos selló y nos dio el Espíritu en nuestro corazón como garantía.
(2 Corintios 1:22)
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
(Romanos 8:16)
Este es Aquél que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.
(1 Juan 5:6)
Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
(Mateo 28:19)
Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, es decir, el Espíritu de verdad que procede del Padre, El dará testimonio de Mí,
(Juan 15:26)
Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
(Hebreos 6:4)
Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: "Tomen, coman; esto es Mi cuerpo."
(Mateo 26:26)
y de repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados.
(Hechos 2:2)
Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, tal como está escrito:
(Hechos 15:15)