Nueva Biblia Latinoamericana
Estos son manantiales sin agua, bruma impulsada por una tormenta, para quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas. (2 Pedro 2:17)
Pues hablando con arrogancia y vanidad, seducen mediante deseos carnales, por sensualidad, a los que hace poco escaparon de los que viven en el error. (2 Pedro 2:18)
Les prometen libertad, mientras que ellos mismos son esclavos de la corrupción, pues uno es esclavo de aquello que lo ha vencido. (2 Pedro 2:19)
Porque si después de haber escapado de las contaminaciones del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, de nuevo son enredados en ellas y vencidos, su condición postrera viene a ser peor que la primera.
Pues hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino de la justicia, que habiéndolo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado. (2 Pedro 2:21)
Les ha sucedido a ellos según el proverbio verdadero: "EL PERRO VUELVE A SU PROPIO VOMITO," y: "La puerca lavada, vuelve a revolcarse en el cieno." (2 Pedro 2:22)
Amados, ésta es ya la segunda carta que les escribo, en las cuales, como recordatorio, despierto en ustedes su sincero entendimiento, (2 Pedro 3:1)

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2 Pedro 2:20 - Referencia Cruzada

Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, pasa por lugares áridos buscando descanso; y al no hallarlo, dice: 'Volveré a mi casa de donde salí.' (Lucas 11:24)
Ojalá que fueran sabios, que comprendieran esto, Que comprendieran su futuro. (Deuteronomio 32:29)
Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, (Hebreos 6:4)
Al ver a Amalec, continuó su discurso (parábola), y dijo: "Amalec fue la primera de las naciones, Pero su fin será destrucción." (Números 24:20)
Por ellas El nos ha concedido Sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que ustedes lleguen a ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de los malos deseos. (2 Pedro 1:4)
Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, (Hebreos 10:26)
cuyo fin es perdición, cuyo dios es su apetito y cuya gloria está en su vergüenza, los cuales piensan sólo en las cosas terrenales. (Filipenses 3:19)
Gracia y paz les sean multiplicadas a ustedes en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor. (2 Pedro 1:2)
Pues hablando con arrogancia y vanidad, seducen mediante deseos carnales, por sensualidad, a los que hace poco escaparon de los que viven en el error. (2 Pedro 2:18)
Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, pasa por lugares áridos buscando descanso y no lo halla. (Mateo 12:43)