Velos que nos prohíben ver la gloria de Dios
Samuel Acevedo(Audio: Español)
El versículo 5 de Segunda de Corintios Capítulo 3, por favor y declara aquí: ‘no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica’. Y vamos a saltar a los últimos dos versículos. El versículo 17 y el versículo 18.
‘Porque el Señor es el Espíritu’. Si usted, a propósito los que te tocan a la puerta y los que te tratan de convencer que Jesucristo es algo menos de Dios y que Jesucristo es algo menos de divino; este versículo es definitivo. El Señor es EL Espíritu. Con “E” mayúscula. Misterio, Trinidad, tal vez, pero verdad, incontrovertible. Y ahí está en sus manos, mis hermanos. Aquí cuando ministra el espíritu de Dios está ministrando el Señor a través de su espíritu. Amén. El Señor es el Espíritu y donde está el espíritu del Señor allí hay libertad. Por tanto nosotros todos mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados.