Nueva Biblia Latinoamericana
Tampoco perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, un predicador (heraldo) de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos. (2 Pedro 2:5)
También condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas de ejemplo para los que habrían de vivir impíamente después. (2 Pedro 2:6)
Además rescató al justo Lot, abrumado por la conducta sensual de hombres libertinos (sin principios morales) (2 Pedro 2:7)
(porque ese justo, por lo que veía y oía mientras vivía entre ellos, diariamente sentía su alma justa atormentada por las iniquidades de ellos).
El Señor, pues, sabe rescatar de tentación (de prueba) a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el día del juicio, (2 Pedro 2:9)
especialmente a los que andan tras la carne en sus deseos corrompidos y desprecian la autoridad. Atrevidos y obstinados, no tiemblan cuando blasfeman de las majestades angélicas, (2 Pedro 2:10)
cuando los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio injurioso contra ellos delante del Señor. (2 Pedro 2:11)

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2 Pedro 2:8 - Referencia Cruzada

Cuando los justos triunfan, grande es la gloria, Pero cuando los impíos se levantan, los hombres se esconden. (Proverbios 28:12)
Por eso ahora llamamos bienaventurados a los soberbios. No sólo prosperan los que hacen el mal, sino que también ponen a prueba a Dios y escapan sin ser castigados.'" (Malaquías 3:15)
Como manantial turbio y pozo contaminado Es el justo que cede ante el impío. (Proverbios 25:26)
y el SEÑOR le dijo: "Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella." (Ezequiel 9:4)
Ríos de lágrimas vierten mis ojos, Porque ellos no guardan Tu ley. (Salmos 119:136)
Veo a los malvados y me repugnan, Porque no guardan Tu palabra. (Salmos 119:158)
Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración (súplica) eficaz del justo puede lograr mucho. (Santiago 5:16)
Mi celo me ha consumido, Porque mis adversarios han olvidado Tus palabras. (Salmos 119:139)
Maten a viejos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquen a ninguno sobre quien esté la señal. Comenzarán por Mi santuario." Comenzaron, pues, con los ancianos que estaban delante del templo. (Ezequiel 9:6)
Reconozcamos esto: que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los transgresores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los que matan a sus padres o a sus madres, para los asesinos, (1 Timoteo 1:9)