Nueva Biblia Latinoamericana
También considero justo, mientras esté en este cuerpo (en esta morada), estimularlos recordándoles estas cosas, (2 Pedro 1:13)
sabiendo que mi separación del cuerpo terrenal es inminente, tal como me lo ha declarado nuestro Señor Jesucristo. (2 Pedro 1:14)
Además, yo procuraré con diligencia, que en todo tiempo, después de mi partida, ustedes puedan recordar estas cosas. (2 Pedro 1:15)
Porque cuando les dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no seguimos fábulas ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos oculares de Su majestad.
Pues cuando El recibió honor y gloria de Dios Padre, la Majestuosa Gloria Le hizo esta declaración: "Este es Mi Hijo amado en quien Me he complacido." (2 Pedro 1:17)
Nosotros mismos escuchamos esta declaración, hecha desde el cielo cuando estábamos con El en el monte santo. (2 Pedro 1:18)
Y así tenemos la palabra profética más segura, a la cual ustedes hacen bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro, hasta que el día despunte y el lucero de la mañana aparezca en sus corazones. (2 Pedro 1:19)

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2 Pedro 1:16 - Referencia Cruzada

y no presten atención a mitos Judaicos y a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. (Tito 1:14)
por cuanto Le diste autoridad sobre todo ser humano, para que El dé vida eterna a todos los que Le has dado. (Juan 17:2)
La venida del impío será conforme a la actividad de Satanás, con todo poder y señales y prodigios mentirosos, (2 Tesalonicenses 2:9)
En el nombre de nuestro Señor Jesús, cuando estén reunidos, y yo con ustedes en espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús, (1 Corintios 5:4)
Y Jesús les decía: "En verdad les digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios después de que haya venido con poder." (Marcus 9:1)
Por eso, cuando fui a ustedes, hermanos, proclamándoles el testimonio de Dios, no fui con superioridad de palabra o de sabiduría. (1 Corintios 2:1)
y que fue declarado Hijo de Dios con un acto de poder, conforme al Espíritu de santidad, por (como resultado de) la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 1:4)
En verdad les digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean al Hijo del Hombre venir en Su reino." (Mateo 16:28)
de manera que nada les falta en ningún don, esperando ansiosamente la revelación de nuestro Señor Jesucristo. (1 Corintios 1:7)
pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, piedra de tropiezo para los Judíos, y necedad para los Gentiles. (1 Corintios 1:23)
ni prestaran atención a mitos y genealogías interminables, lo que da lugar a discusiones inútiles en vez de hacer avanzar el plan (la dispensación) de Dios que es por fe, así te encargo ahora. (1 Timoteo 1:4)
El Verbo (La Palabra) se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito (único) del Padre, lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14)
el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de Su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar todas las cosas a El mismo. (Filipenses 3:21)
De éstos también profetizó Enoc, en la séptima generación desde Adán, diciendo: "El Señor vino con muchos millares de Sus santos, (Judas 1:14)
Y como ocho días después de estas palabras, Jesús tomó con El a Pedro, a Juan y a Jacobo (Santiago), y subió al monte a orar. (Lucas 9:28)
y mi mensaje (mi palabra) y mi predicación no fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, (1 Corintios 2:4)
Pero, en todo caso, yo no les fui carga. No obstante, siendo astuto, los sorprendí con engaño. (2 Corintios 12:16)
Pero nada tengas que ver con las fábulas profanas propias de viejas. Más bien disciplínate a ti mismo para la piedad. (1 Timoteo 4:7)
Pues no somos como muchos, que comercian (corrompen) la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, hablamos en Cristo delante de Dios. (2 Corintios 2:17)
Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo. (1 Juan 4:14)
Acercándose Jesús, les dijo: "Toda autoridad Me ha sido dada en el cielo y en la tierra. (Mateo 28:18)
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y lo que han tocado nuestras manos, esto escribimos acerca del Verbo de vida. (1 Juan 1:1)
Yo les envío al profeta Elías antes que venga el día del SEÑOR, día grande y terrible. (Malaquías 4:5)
Ante todo, sepan esto: que en los últimos días vendrán burladores con su sarcasmo, siguiendo sus propias pasiones, (2 Pedro 3:3)
¿Pero quién podrá soportar el día de Su venida? ¿Y quién podrá mantenerse en pie cuando El aparezca? Porque El es como fuego de fundidor y como jabón de lavanderos. (Malaquías 3:2)
Entonces ya no seremos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error. (Efesios 4:14)
Pues Cristo no me envió a bautizar, sino a predicar el evangelio (anunciar las buenas nuevas), no con palabras elocuentes, para que no se haga vana la cruz de Cristo. (1 Corintios 1:17)
Estando Jesús sentado en el Monte de los Olivos, se acercaron a El los discípulos en privado, y Le preguntaron: "Dinos, ¿cuándo sucederá esto, y cuál será la señal de Tu venida y de la consumación de este siglo?" (Mateo 24:3)
Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre. (Mateo 24:27)
Porque ¿quién es nuestra esperanza o gozo o corona de gloria? ¿No lo son ustedes en la presencia de nuestro Señor Jesús en Su venida? (1 Tesalonicenses 2:19)
Más bien hemos renunciado a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino que, mediante la manifestación de la verdad, nos recomendamos a la conciencia de todo hombre en la presencia de Dios. (2 Corintios 4:2)
EL VIENE CON LAS NUBES, y todo ojo Lo verá, aun los que Lo traspasaron; y todas las tribus (linajes y razas) de la tierra harán lamentación por El. Sí. Amén. (Apocalipsis 1:7)