Nueva Biblia Latinoamericana
Por eso, cuando fui a ustedes, hermanos, proclamándoles el testimonio de Dios, no fui con superioridad de palabra o de sabiduría. (1 Corintios 2:1)
Porque nada me propuse saber entre ustedes excepto a Jesucristo, y Este crucificado. (1 Corintios 2:2)
Estuve entre ustedes con debilidad y con temor y mucho temblor, (1 Corintios 2:3)
y mi mensaje (mi palabra) y mi predicación no fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,
para que la fe de ustedes no descanse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. (1 Corintios 2:5)
Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; pero una sabiduría no de este siglo, ni de los gobernantes de este siglo, que van desapareciendo, (1 Corintios 2:6)
sino que hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta que, desde antes de los siglos, Dios predestinó para nuestra gloria. (1 Corintios 2:7)

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1 Corintios 2:4 - Referencia Cruzada

Han visto falsedad y adivinación mentirosa los que dicen: 'El SEÑOR declara,' cuando el SEÑOR no los ha enviado; no obstante, esperan el cumplimiento de su palabra. (Ezequiel 13:6)
Y cuando El venga, convencerá (culpará) al mundo de pecado, de justicia y de juicio; (Juan 16:8)
de lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, combinando pensamientos espirituales con palabras espirituales. (1 Corintios 2:13)
Porque he oído las murmuraciones de muchos: "¡Terror por todas partes! ¡Denúncienlo, vamos a denunciarlo!" Todos mis amigos de confianza, Esperando mi caída, dicen: "Tal vez será persuadido, prevaleceremos contra él Y tomaremos nuestra venganza contra él." (Jeremías 20:10)
Se dijo además su sierva: 'Sea de consuelo la palabra de mi señor el rey, pues como el ángel de Dios, así es mi señor el rey para discernir el bien y el mal. ¡Que el SEÑOR su Dios sea con usted!'" (2 Samuel 14:17)
Sí, porque han engañado a Mi pueblo, diciendo: '¡Paz!' cuando no hay paz. Y cuando alguien edifica un muro, ellos lo recubren con cal. (Ezequiel 13:10)
con el poder de señales (milagros) y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios, De manera que desde Jerusalén (Ciudad de Paz) y por los alrededores hasta el Ilírico he predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo. (Romanos 15:19)
Pues hablando con arrogancia y vanidad, seducen mediante deseos carnales, por sensualidad, a los que hace poco escaparon de los que viven en el error. (2 Pedro 2:18)
Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. (1 Corintios 4:20)
pues no rehuí declararles todo el propósito de Dios. (Hechos 20:27)
Con sus palabras persuasivas lo atrae, Lo seduce con sus labios lisonjeros. (Proverbios 7:21)
Porque los tales son esclavos, no de Cristo nuestro Señor, sino de sus propios apetitos, y por medio de palabras suaves y lisonjeras engañan los corazones de los ingenuos. (Romanos 16:18)
Por eso, cuando fui a ustedes, hermanos, proclamándoles el testimonio de Dios, no fui con superioridad de palabra o de sabiduría. (1 Corintios 2:1)
Porque cuando les dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no seguimos fábulas ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos oculares de Su majestad. (2 Pedro 1:16)
porque nuestro evangelio no vino a ustedes solamente en palabras, sino también en poder y en el Espíritu Santo y con plena convicción; como saben qué clase de personas demostramos ser entre ustedes por el amor que les tenemos. (1 Tesalonicenses 1:5)
Y el mensajero que fue a llamar a Micaías le dijo: "Mira, las palabras de los profetas son unánimes en favor del rey. Te ruego que tu palabra sea como la palabra de uno de ellos, y que hables favorablemente." (1 Reyes 22:13)
Absalón se levantaba temprano y se situaba junto al camino de la puerta; y sucedía que todo aquél que tenía un pleito y venía al rey para juicio, Absalón lo llamaba y decía: "¿De qué ciudad eres?" Y éste respondía: "Tu siervo es de una de las tribus de Israel." (2 Samuel 15:2)
Porque ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por agradar a los hombres? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo. (Gálatas 1:10)
Pues Cristo no me envió a bautizar, sino a predicar el evangelio (anunciar las buenas nuevas), no con palabras elocuentes, para que no se haga vana la cruz de Cristo. (1 Corintios 1:17)
Los príncipes de los Filisteos fueron a ella y le dijeron: "Persuádelo, y ve dónde está su gran fuerza, y cómo podríamos dominarlo para atarlo y castigarlo. Entonces cada uno de nosotros te dará 1,100 monedas de plata." (Jueces 16:5)
Y el SEÑOR dijo: '¿Quién persuadirá a Acab, rey de Israel, para que suba y caiga en Ramot de Galaad?' Y uno decía de una manera, y otro de otra. (2 Crónicas 18:19)
Al cuarto día dijeron a la mujer de Sansón: "Persuade a tu marido a que nos declare la adivinanza, o te quemaremos a fuego a ti y a la casa de tu padre. Nos han invitado para empobrecernos. ¿No es así?" (Jueces 14:15)
El que anda murmurando revela secretos, Por tanto no te asocies con el chismoso. (Proverbios 20:19)
Entonces Agripa II le dijo a Pablo: "En poco tiempo me persuadirás a que me haga Cristiano." (Hechos 26:28)
Esto lo digo para que nadie los engañe con razonamientos persuasivos (sutiles). (Colosenses 2:4)
A ellos les fue revelado que no se servían a sí mismos, sino a ustedes, en estas cosas que ahora les han sido anunciadas mediante los que les predicaron el evangelio (les anunciaron las buenas nuevas) por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar. (1 Pedro 1:12)