Nueva Biblia Latinoamericana
y quien cuando Lo ultrajaban, no respondía ultrajando. Cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a Aquél que juzga con justicia. (1 Pedro 2:23)
El mismo llevó (cargó) nuestros pecados en Su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por Sus heridas fueron ustedes sanados. (1 Pedro 2:24)
Pues ustedes andaban descarriados como ovejas, pero ahora han vuelto al Pastor y Guardián (Supervisor) de sus almas. (1 Pedro 2:25)
Asimismo ustedes, mujeres, estén sujetas a sus maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres
al observar ellos su conducta casta y respetuosa. (1 Pedro 3:2)
Que el adorno de ustedes no sea el externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, (1 Pedro 3:3)
sino que sea lo que procede de lo íntimo del corazón, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios. (1 Pedro 3:4)

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La meta del Espíritu Santo es llevarnos a la perfección y asemejarnos a Cristo. Dios nos trata y disciplina para hacernos más aptos para el servicio cristiano y prepararnos para ser buenos testigos. Debemos estar inquietos por cómo Dios nos está usando y cómo estamos contribuyendo al Reino de Dios. Cada cristiano tiene un llamado y un don, y debemos usarlos para el Reino de Dios. Dios espera que paguemos el precio de ser cristianos y que pasemos por el proceso de la crucifixión, la transformación y el trato de Dios. Si no damos fruto, Dios nos quitará. Debemos tener hambre y sed de Dios en nuestras vidas y ser un miembro fidedigno y honroso del Cuerpo de Jesucristo.


1 Pedro 3:1 - Referencia Cruzada

El hermano ofendido es más difícil de ganar que una ciudad fortificada, Y los pleitos son como cerrojos de fortaleza. (Proverbios 18:19)
Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor. (Efesios 5:22)
A la mujer dijo: "En gran manera multiplicaré Tu dolor en el parto, Con dolor darás a luz los hijos. Con todo, tu deseo será para tu marido, Y él tendrá dominio sobre ti." (Génesis 3:16)
Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios. Y si comienza por nosotros primero, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios? (1 Pedro 4:17)
Pues ¿cómo sabes tú, mujer, si salvarás a tu marido? ¿O cómo sabes tú, marido, si salvarás a tu mujer? (1 Corintios 7:16)
En presencia del rey y de los príncipes, Memucán dijo: "La reina Vasti no sólo ha ofendido al rey sino también a todos los príncipes y a todos los pueblos que están en todas las provincias del rey Asuero. (Ester 1:16)
Mujeres, estén sujetas a sus maridos, como conviene en el Señor. (Colosenses 3:18)
y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser fuente (autor) de eterna salvación para todos los que Le obedecen, (Hebreos 5:9)
Si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano. (Mateo 18:15)
Ustedes, maridos, igualmente, convivan de manera comprensiva con sus mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor por ser heredera como ustedes de la gracia de la vida, para que sus oraciones no sean estorbadas. (1 Pedro 3:7)
Las mujeres guarden silencio en las iglesias, porque no les es permitido hablar, antes bien, que se sujeten como dice también la Ley. (1 Corintios 14:34)
dando castigo a los que no conocen a Dios, y a los que no obedecen al evangelio (las buenas nuevas) de nuestro Señor Jesús. (2 Tesalonicenses 1:8)
Que la mujer aprenda calladamente, con toda obediencia. (1 Timoteo 2:11)
Puesto que en obediencia a la verdad ustedes han purificado sus almas para un amor sincero de hermanos, ámense unos a otros entrañablemente, de corazón puro. (1 Pedro 1:22)
Pero gracias a Dios, que aunque ustedes eran esclavos del pecado, se hicieron obedientes de corazón a aquella forma de doctrina a la que fueron entregados, (Romanos 6:17)
Sin embargo, no todos hicieron caso al evangelio, porque Isaías dice: "SEÑOR, ¿QUIEN HA CREIDO A NUESTRO ANUNCIO?" (Romanos 10:16)
Anden sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. (Colosenses 4:5)
El fruto del justo es árbol de vida, Y el que gana almas es sabio. (Proverbios 11:30)
Pues la mujer casada está ligada por la ley a su marido mientras él vive; pero si su marido muere, queda libre de la ley en cuanto al marido. (Romanos 7:2)
Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba. (Hebreos 11:8)
Pero quiero que sepan que la cabeza de todo hombre es Cristo (el Mesías), y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios. (1 Corintios 11:3)
Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su conducta, no calumniadoras ni esclavas de mucho vino. Que enseñen lo bueno, (Tito 2:3)
En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido. (Efesios 5:33)
Hermanos míos, si alguien de entre ustedes se extravía de la verdad y alguien le hace volver, (Santiago 5:19)
Porque aunque soy libre de todos, de todos me he hecho esclavo para ganar al mayor número posible. (1 Corintios 9:19)