Nueva Biblia Latinoamericana
Además, tuvimos padres terrenales para disciplinarnos, y los respetábamos, ¿con cuánta más razón no estaremos sujetos al Padre de nuestros espíritus, y viviremos? (Hebreos 12:9)
Porque ellos nos disciplinaban por pocos días como les parecía, pero El nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de Su santidad. (Hebreos 12:10)
Al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza. Sin embargo, a los que han sido ejercitados (adiestrados) por medio de ella, después les da fruto apacible de justicia. (Hebreos 12:11)
Por tanto, fortalezcan las manos débiles y las rodillas que flaquean,
y hagan sendas derechas para sus pies, para que la pierna coja no se descoyunte, sino que se sane. (Hebreos 12:13)
Busquen (Sigan) la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. (Hebreos 12:14)
Cuídense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados. (Hebreos 12:15)

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Hebreos 12:12 - Referencia Cruzada

Y cuando te digan: '¿Por qué gimes?' dirás: 'Por la noticia que viene, todo corazón desfallecerá, toda mano se debilitará, todo espíritu se apagará y toda rodilla flaqueará. Porque viene y sucederá,' declara el Señor DIOS." (Ezequiel 21:7)
Consideren, pues, a Aquél que soportó tal hostilidad de los pecadores contra El mismo, para que no se cansen ni se desanimen en su corazón. (Hebreos 12:3)
Fortalezcan las manos débiles Y afiancen las rodillas vacilantes. (Isaías 35:3)
Tú has exhortado a muchos, Y las manos débiles has fortalecido. (Job 4:3)
Les exhortamos, hermanos, a que amonesten a los indisciplinados, animen a los desalentados, sostengan a los débiles y sean pacientes con todos. (1 Tesalonicenses 5:14)
¡Vacía está! Sí, desolada y desierta. Los corazones se derriten y las rodillas tiemblan; Hay también angustia en todo el cuerpo, Y los rostros de todos han palidecido. (Nahúm 2:10)
Entonces el rostro del rey palideció, y sus pensamientos lo turbaron, las coyunturas de sus caderas se le relajaron y sus rodillas comenzaron a chocar una contra otra. (Daniel 5:6)
Todas las manos se debilitarán, y todas las rodillas serán como de agua. (Ezequiel 7:17)
Además, han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: "HIJO MIO, NO TENGAS EN POCO LA DISCIPLINA DEL SEÑOR, NI TE DESANIMES AL SER REPRENDIDO POR EL. (Hebreos 12:5)