No admitas acusación contra un anciano, a menos de que haya dos o tres testigos.
(1 Timoteo 5:19)
A los que continúan en pecado, repréndelos en presencia de todos para que los demás tengan temor de pecar .
(1 Timoteo 5:20)
Te encargo solemnemente en la presencia de Dios y de Cristo Jesús y de Sus ángeles escogidos, que conserves estos principios sin prejuicios, no haciendo nada con espíritu de parcialidad.
(1 Timoteo 5:21)
No impongas las manos sobre nadie con ligereza, compartiendo así la responsabilidad por los pecados de otros; guárdate libre de pecado.
Ya no bebas agua sola, sino usa un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.
(1 Timoteo 5:23)
Los pecados de algunos hombres ya son evidentes, yendo delante de ellos al juicio; pero a otros, sus pecados los siguen.
(1 Timoteo 5:24)
De la misma manera, las buenas obras son evidentes, y las que no lo son no se pueden ocultar.
(1 Timoteo 5:25)
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1 Timoteo 5:22 - Referencia Cruzada
Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga (confía) a hombres fieles que sean capaces de enseñar también a otros.
(2 Timoteo 2:2)
y no participen en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascárenlas (repróchenlas).
(Efesios 5:11)
Por tanto, les doy testimonio en este día de que soy inocente de la sangre de todos,
(Hechos 20:26)
Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos.
(2 Timoteo 1:6)
Y los hombres de Israel tomaron de sus provisiones, y no pidieron el consejo del SEÑOR.
(Josué 9:14)
Por esta causa te dejé en Creta, para que pusieras en orden lo que queda, y designaras ancianos en cada ciudad como te mandé.
(Tito 1:5)
de la enseñanza sobre lavamientos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.
(Hebreos 6:2)
No permitas que nadie menosprecie tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza.
(1 Timoteo 4:12)
Que también éstos sean sometidos a prueba primero, y si son irreprensibles, que entonces sirvan como diáconos.
(1 Timoteo 3:10)
Y oí otra voz del cielo que decía: "Salgan de ella, pueblo mío, para que no participen de sus pecados y para que no reciban de sus plagas.
(Apocalipsis 18:4)
Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron.
(Hechos 13:3)
No debe ser un recién convertido, no sea que se envanezca y caiga en la condenación en que cayó el diablo.
(1 Timoteo 3:6)
A éstos los presentaron ante los apóstoles, y después de orar, pusieron sus manos sobre ellos.
(Hechos 6:6)
No descuides el don espiritual que está en ti, que te fue conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del presbiterio.
(1 Timoteo 4:14)
pues el que lo saluda participa en sus malas obras.
(2 Juan 1:11)
Pero cuando los Judíos se le opusieron y blasfemaron, él sacudió sus ropas y les dijo: "Su sangre sea sobre sus cabezas; yo soy limpio; desde ahora me iré a los Gentiles."
(Hechos 18:6)