King James Version
Let this mind be in you, which was also in Christ Jesus:(Filipenses 2:5)
Who, being in the form of God, thought it not robbery to be equal with God:(Filipenses 2:6)
But made himself of no reputation, and took upon him the form of a servant, and was made in the likeness of men:(Filipenses 2:7)
And being found in fashion as a man, he humbled himself, and became obedient unto death, even the death of the cross.
Wherefore God also hath highly exalted him, and given him a name which is above every name:(Filipenses 2:9)
That at the name of Jesus every knee should bow, of things in heaven, and things in earth, and things under the earth;(Filipenses 2:10)
And that every tongue should confess that Jesus Christ is Lord, to the glory of God the Father.(Filipenses 2:11)

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Filipenses 2:8 - Referencia Cruzada

For dogs have compassed me: the assembly of the wicked have inclosed me: they pierced my hands and my feet. (Salmos 22:16)
No man taketh it from me, but I lay it down of myself. I have power to lay it down, and I have power to take it again. This commandment have I received of my Father. (Juan 10:18)
Then said I, Lo, I come (in the volume of the book it is written of me,) to do thy will, O God. (Hebreos 10:7)
So also Christ glorified not himself to be made an high priest; but he that said unto him, Thou art my Son, to day have I begotten thee. (Hebreos 5:5)
Looking unto Jesus the author and finisher of our faith; who for the joy that was set before him endured the cross, despising the shame, and is set down at the right hand of the throne of God. (Hebreos 12:2)
The fear of the LORD is the instruction of wisdom; and before honour is humility. (Proverbios 15:33)
Who gave himself for us, that he might redeem us from all iniquity, and purify unto himself a peculiar people, zealous of good works. (Tito 2:14)
Father, glorify thy name. Then came there a voice from heaven, saying, I have both glorified it, and will glorify it again. (Juan 12:28)
But that the world may know that I love the Father; and as the Father gave me commandment, even so I do. Arise, let us go hence. (Juan 14:31)
His body shall not remain all night upon the tree, but thou shalt in any wise bury him that day; (for he that is hanged is accursed of God;) that thy land be not defiled, which the LORD thy God giveth thee for an inheritance. (Deuteronomio 21:23)
And he went a little farther, and fell on his face, and prayed, saying, O my Father, if it be possible, let this cup pass from me: nevertheless not as I will, but as thou wilt. (Mateo 26:39)
Sacrifice and offering thou didst not desire; mine ears hast thou opened: burnt offering and sin offering hast thou not required. (Salmos 40:6)
In his humiliation his judgment was taken away: and who shall declare his generation? for his life is taken from the earth. (Hechos 8:33)
For as by one man's disobedience many were made sinners, so by the obedience of one shall many be made righteous. (Romanos 5:19)
And was transfigured before them: and his face did shine as the sun, and his raiment was white as the light. (Mateo 17:2)
And after six days Jesus taketh with him Peter, and James, and John, and leadeth them up into an high mountain apart by themselves: and he was transfigured before them. (Marcus 9:2)
And as he prayed, the fashion of his countenance was altered, and his raiment was white and glistering. (Lucas 9:29)
Christ hath redeemed us from the curse of the law, being made a curse for us: for it is written, Cursed is every one that hangeth on a tree: (Gálatas 3:13)
Who his own self bare our sins in his own body on the tree, that we, being dead to sins, should live unto righteousness: by whose stripes ye were healed. (1 Pedro 2:24)
If ye keep my commandments, ye shall abide in my love; even as I have kept my Father's commandments, and abide in his love. (Juan 15:10)
Jesus saith unto them, My meat is to do the will of him that sent me, and to finish his work. (Juan 4:34)
For Christ also hath once suffered for sins, the just for the unjust, that he might bring us to God, being put to death in the flesh, but quickened by the Spirit: (1 Pedro 3:18)
The Lord GOD hath opened mine ear, and I was not rebellious, neither turned away back. (Isaías 50:5)
He went away again the second time, and prayed, saying, O my Father, if this cup may not pass away from me, except I drink it, thy will be done. (Mateo 26:42)
For ye know the grace of our Lord Jesus Christ, that, though he was rich, yet for your sakes he became poor, that ye through his poverty might be rich. (2 Corintios 8:9)