Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (no sé si en el cuerpo, no sé si fuera del cuerpo, Dios lo sabe) el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo.
(2 Corintios 12:2)Y conozco a tal hombre (si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe)
(2 Corintios 12:3)que fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras inefables que al hombre no se le permite expresar.
(2 Corintios 12:4)De tal hombre sí me gloriaré; pero en cuanto a mí mismo, no me gloriaré sino en mis debilidades.
Porque si quisiera gloriarme, no sería insensato, pues diría la verdad. Pero me abstengo de hacerlo para que nadie piense de mí más de lo que ve en mí, u oye de mí.
(2 Corintios 12:6)Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca.
(2 Corintios 12:7)Acerca de esto, tres veces he rogado al Señor para que lo quitara de mí.
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2 Corintios 12:5 - Referencia Cruzada
Y El me ha dicho: "Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad." Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.
(2 Corintios 12:9)Estuve entre ustedes con debilidad y con temor y mucho temblor,
(1 Corintios 2:3)