Nueva Biblia Latinoamericana
Mucha es mi confianza en ustedes. Tengo mucho orgullo de ustedes. Lleno estoy de consuelo y sobreabundo de gozo en toda nuestra aflicción. (2 Corintios 7:4)
Pues aun cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún reposo, sino que nos vimos atribulados por todos lados: por fuera, conflictos; por dentro, temores. (2 Corintios 7:5)
Pero Dios, que consuela a los deprimidos, nos consoló con la llegada de Tito; (2 Corintios 7:6)
y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo con que él fue consolado en ustedes, haciéndonos saber el gran afecto de ustedes, su llanto y su celo por mí; de manera que me regocijé aún más.
Porque si bien les causé tristeza con mi carta, no me pesa. Aun cuando me pesó, pues veo que esa carta les causó tristeza, aunque sólo por poco tiempo; (2 Corintios 7:8)
pero ahora me regocijo, no de que fueron entristecidos, sino de que fueron entristecidos para arrepentimiento; porque fueron entristecidos conforme a la voluntad de Dios, para que no sufrieran pérdida alguna de parte nuestra. (2 Corintios 7:9)
Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte. (2 Corintios 7:10)

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2 Corintios 7:7 - Referencia Cruzada

Porque Su ira es sólo por un momento, Pero Su favor es por toda una vida. El llanto puede durar toda la noche, Pero a la mañana vendrá el grito de alegría. (Salmos 30:5)
conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado, sino que con toda confianza, aun ahora, como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte. (Filipenses 1:20)
Para el director del coro; con instrumentos de cuerda, sobre una lira de ocho cuerdas. Salmo de David. SEÑOR, no me reprendas en Tu ira, Ni me castigues en Tu furor. (Salmos 6:1)
Confieso, pues, mi iniquidad; Afligido estoy a causa de mi pecado. (Salmos 38:18)
Ten piedad de mí, oh SEÑOR, porque estoy en angustia; Se consumen de sufrir mis ojos, mi alma y mis entrañas. (Salmos 31:9)
Pero ahora Timoteo ha regresado de ustedes a nosotros, y nos ha traído buenas noticias de su fe y amor y de que siempre tienen buen recuerdo de nosotros, anhelando vernos, como también nosotros a ustedes. (1 Tesalonicenses 3:6)
es decir, para que cuando esté entre ustedes nos confortemos mutuamente, cada uno por la fe del otro, tanto la de ustedes como la mía. (Romanos 1:12)
Los que siembran con lágrimas, segarán con gritos de júbilo. (Salmos 126:5)
Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y Su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra. (Lucas 22:44)
Que el justo me hiera con bondad y me reprenda; Es aceite sobre la cabeza; No lo rechace mi cabeza, Pues todavía mi oración es contra sus obras malas. (Salmos 141:5)
Ciertamente he oído a Efraín lamentarse: 'Me has castigado, y castigado fui Como becerro indómito. Hazme volver para que sea restaurado, Pues Tú, SEÑOR, eres mi Dios. (Jeremías 31:18)
como también ustedes nos han entendido en parte que nosotros somos el motivo de su gloria, así como también ustedes la nuestra en el día de nuestro Señor Jesús. (2 Corintios 1:14)
Y esto mismo les escribí, para que cuando yo llegue no tenga tristeza de parte de los que debieran alegrarme, confiando en todos ustedes de que mi gozo sea el mismo de todos ustedes. (2 Corintios 2:3)
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. (Hebreos 2:1)
Amados, por el gran empeño que tenía en escribirles acerca de nuestra común salvación, he sentido la necesidad de escribirles exhortándolos a luchar ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos. (Judas 1:3)
Pedro se acordó de lo que Jesús había dicho: "Antes que el gallo cante, Me negarás tres veces." Y saliendo afuera, lloró amargamente. (Mateo 26:75)
Elías era un hombre de pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. (Santiago 5:17)
Pero gracias a Dios que pone la misma solicitud por ustedes en el corazón de Tito. (2 Corintios 8:16)
Aflíjanse, laméntense y lloren. Que su risa se convierta en lamento y su gozo en tristeza. (Santiago 4:9)
Pues también con este fin les escribí, para ponerlos a prueba y ver si son obedientes en todo. (2 Corintios 2:9)
Porque aunque estoy ausente en el cuerpo, sin embargo estoy con ustedes en espíritu, regocijándome al ver su buena disciplina y la estabilidad (firmeza) de la fe de ustedes en Cristo. (Colosenses 2:5)
Cuando el ángel del SEÑOR habló estas palabras a todos los Israelitas, el pueblo alzó su voz y lloró. (Jueces 2:4)
Para el director del coro. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, el profeta Natán lo visitó. Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a Tu misericordia; Conforme a lo inmenso de Tu compasión, borra mis transgresiones. (Salmos 51:1)
Pues, en verdad, en esta morada gemimos, anhelando ser vestidos con nuestra habitación celestial; (2 Corintios 5:2)
Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte. (2 Corintios 7:10)
Porque ahora sí que vivimos, si ustedes están firmes en el Señor. (1 Tesalonicenses 3:8)
Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados. (Mateo 5:4)
el cual, cuando vino y vio la gracia de Dios, se regocijó y animaba a todos para que con corazón firme permanecieran fieles al Señor; (Hechos 11:23)
No reprendas al insolente, para que no te aborrezca; Reprende al sabio, y te amará. (Proverbios 9:8)
Mucho me alegré al encontrar algunos de tus hijos andando en la verdad, tal como hemos recibido mandamiento del Padre. (2 Juan 1:4)