Nueva Biblia Latinoamericana
¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una esposa creyente, así como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas (Pedro)? (1 Corintios 9:5)
¿O acaso sólo Bernabé y yo no tenemos el derecho a no trabajar? (1 Corintios 9:6)
¿Quién ha servido alguna vez como soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién cuida un rebaño y no bebe de la leche del rebaño? (1 Corintios 9:7)
¿Acaso digo esto según el juicio humano? ¿No dice también la Ley esto mismo?
Pues en la Ley de Moisés está escrito: "NO PONDRAS BOZAL AL BUEY CUANDO TRILLA." ¿Acaso le preocupan a Dios los bueyes? (1 Corintios 9:9)
¿O lo dice especialmente por nosotros? Sí, se escribió por nosotros, porque el que ara debe arar con esperanza, y el que trilla debe trillar con la esperanza de recibir de la cosecha . (1 Corintios 9:10)
Si en ustedes sembramos lo espiritual, ¿será demasiado que de ustedes cosechemos lo material? (1 Corintios 9:11)

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1 Corintios 9:8 - Referencia Cruzada

Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de su carne. Porque de la manera que ustedes presentaron sus miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presenten sus miembros como esclavos a la justicia, para santificación. (Romanos 6:19)
Las mujeres guarden silencio en las iglesias, porque no les es permitido hablar, antes bien, que se sujeten como dice también la Ley. (1 Corintios 14:34)
Pero en mi opinión, será más feliz si se queda como está. Y creo que yo también tengo el Espíritu de Dios. (1 Corintios 7:40)
Por esto también nosotros sin cesar damos gracias a Dios de que cuando recibieron la palabra de Dios que oyeron de nosotros, la aceptaron no como la palabra de hombres, sino como lo que realmente es, la palabra de Dios, la cual también hace su obra en ustedes los que creen. (1 Tesalonicenses 2:13)
¡A la ley y al testimonio! Si ellos no hablan conforme a esta palabra, es porque no hay para ellos amanecer. (Isaías 8:20)
¿Anulamos entonces la Ley por medio de la fe? ¡De ningún modo! Al contrario, confirmamos la Ley. (Romanos 3:31)
Por tanto, el que rechaza esto no rechaza a un hombre, sino al Dios que les da a ustedes Su Espíritu Santo. (1 Tesalonicenses 4:8)