Pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda por el pecado y la degollará en el lugar del holocausto.
(Levítico 4:29)
Entonces el sacerdote tomará con su dedo de la sangre y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará todo el resto de la sangre al pie del altar.
(Levítico 4:30)
Luego quitará toda la grasa, de la manera que se quitó la grasa del sacrificio de las ofrendas de paz, y el sacerdote lo quemará sobre el altar como aroma agradable para el SEÑOR. Así el sacerdote hará expiación por él y será perdonado.
(Levítico 4:31)
Pero si trae un cordero como su ofrenda por el pecado, que traiga una hembra sin defecto.
Pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda por el pecado y la degollará como ofrenda por el pecado en el lugar donde se degüella el holocausto.
(Levítico 4:33)
Entonces el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la ofrenda por el pecado y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará todo el resto de la sangre al pie del altar.
(Levítico 4:34)
Luego quitará toda la grasa de la misma manera que se quita la grasa del cordero del sacrificio de las ofrendas de paz; y el sacerdote lo quemará en el altar con las ofrendas encendidas para el SEÑOR. Así el sacerdote hará expiación por él, por el pecado que ha cometido, y será perdonado.
(Levítico 4:35)
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Levítico 4:32 - Referencia Cruzada
Pero si su ofrenda como sacrificio de las ofrendas de paz para el SEÑOR es del rebaño, sea macho o hembra, sin defecto la ofrecerá.
(Levítico 3:6)
Al día siguiente Juan vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: "Ahí está el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
(Juan 1:29)
a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.
(Efesios 5:27)
Miré, y vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un Cordero, de pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
(Apocalipsis 5:6)
y vio a Jesús que pasaba, y dijo: "Ahí está el Cordero de Dios."
(Juan 1:36)
¿cuánto más la sangre de Cristo, quien por el Espíritu eterno El mismo se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?
(Hebreos 9:14)
y se le hace saber el pecado que ha cometido, traerá como su ofrenda una cabra sin defecto por el pecado que ha cometido.
(Levítico 4:28)
Hablen a toda la congregación de Israel y digan: 'El día diez de este mes cada uno tomará para sí un cordero, según sus casas paternas; un cordero para cada casa.
(Éxodo 12:3)
Fue oprimido y afligido, Pero no abrió Su boca. Como cordero que es llevado al matadero, Y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, El no abrió Su boca.
(Isaías 53:7)
Ustedes saben que no fueron redimidos (rescatados) de su vana manera de vivir heredada de sus padres con cosas perecederas como oro o plata,
(1 Pedro 1:18)
EL CUAL NO COMETIO PECADO, NI ENGAÑO ALGUNO SE HALLO EN SU BOCA;
(1 Pedro 2:22)
El ángel le respondió: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios.
(Lucas 1:35)
El mismo llevó (cargó) nuestros pecados en Su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por Sus heridas fueron ustedes sanados.
(1 Pedro 2:24)
El cordero será un macho sin defecto, de un año. Lo apartarán de entre las ovejas o de entre las cabras.
(Éxodo 12:5)
Porque también Cristo (el Mesías) murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu.
(1 Pedro 3:18)
Traerá también al SEÑOR su ofrenda por la culpa, por el pecado que ha cometido, una hembra del rebaño, una cordera o una cabra como ofrenda por el pecado. Entonces el sacerdote le hará expiación por su pecado.
(Levítico 5:6)
Porque convenía que tuviéramos tal Sumo Sacerdote: santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores, y exaltado más allá de los cielos,
(Hebreos 7:26)
Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.
(Apocalipsis 5:8)