Tres días después Pablo convocó a los principales de los Judíos, y cuando se reunieron, les dijo: "Hermanos, sin haber hecho yo nada contra nuestro pueblo ni contra las tradiciones de nuestros padres (de los antepasados), desde Jerusalén fui entregado preso en manos de los Romanos,
(Hechos 28:17)los cuales, cuando me interrogaron, quisieron ponerme en libertad, pues no encontraron causa para condenarme a muerte.
(Hechos 28:18)Pero cuando los Judíos se opusieron, me vi obligado a apelar al César (Nerón), pero no porque tuviera acusación alguna contra mi pueblo (mi nación).
(Hechos 28:19)Por tanto, por esta razón he pedido verlos y hablar con ustedes, porque por causa de la esperanza de Israel llevo esta cadena."
Y ellos le dijeron: "Nosotros no hemos recibido cartas de Judea sobre ti, ni ha venido aquí ninguno de los hermanos que haya informado o hablado algo malo acerca de ti.
(Hechos 28:21)Pero deseamos oír por ti mismo lo que enseñas, porque lo que sabemos de esta secta es que en todas partes se habla contra ella."
(Hechos 28:22)Y habiéndole fijado un día, vinieron en gran número adonde él se alojaba. Desde la mañana hasta la tarde les explicaba testificando fielmente sobre el reino de Dios, procurando persuadirlos acerca de Jesús, tanto por la Ley de Moisés como por los Profetas.
(Hechos 28:23)Otras publicaciones relacionadas con "Hechos 28:20":
Hechos 28:20 - Referencia Cruzada
Tres días después Pablo convocó a los principales de los Judíos, y cuando se reunieron, les dijo: "Hermanos, sin haber hecho yo nada contra nuestro pueblo ni contra las tradiciones de nuestros padres (de los antepasados), desde Jerusalén fui entregado preso en manos de los Romanos,
(Hechos 28:17)de tal manera que mis prisiones por la causa de Cristo se han hecho notorias en toda la guardia pretoriana (en todo el palacio del gobernador) y a todos los demás.
(Filipenses 1:13)Entonces Pablo, dándose cuenta de que una parte eran Saduceos y otra Fariseos, alzó la voz en el Concilio: "Hermanos, yo soy Fariseo, hijo de Fariseos. Se me juzga a causa de la esperanza de la resurrección de los muertos."
(Hechos 23:6)Por tanto, al instante envié a buscarte, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado."
(Hechos 10:33)Y ahora soy sometido a juicio por la esperanza de la promesa hecha por Dios a nuestros padres:
(Hechos 26:6)por el cual sufro penalidades, hasta el encarcelamiento como un malhechor. Pero la palabra de Dios no está presa.
(2 Timoteo 2:9)teniendo la misma esperanza en Dios que éstos también abrigan, de que ciertamente habrá una resurrección tanto de los justos como de los impíos.
(Hechos 24:15)Y Pablo contestó: " Quisiera Dios que, ya fuera en poco tiempo o en mucho, no sólo usted, sino también todos los que hoy me oyen, llegaran a ser tal como yo soy, a excepción de estas cadenas."
(Hechos 26:29)Por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por amor de ustedes los Gentiles
(Efesios 3:1)Yo, pues, prisionero del Señor, les ruego que ustedes vivan (anden) de una manera digna de la vocación con que han sido llamados.
(Efesios 4:1)Entonces el comandante llegó y lo arrestó, y ordenó que lo ataran con dos cadenas, y preguntaba quién era y qué había hecho.
(Hechos 21:33)te ruego por mi hijo Onésimo, a quien he engendrado en mis prisiones;
(Filemón 1:10)Yo, Pablo, escribo este saludo con mi propia mano. Acuérdense de mis cadenas (de mis prisiones). La gracia (El favor del Señor) sea con ustedes.
(Colosenses 4:18)y que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien puso fin a la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio.
(2 Timoteo 1:10)por el cual soy embajador en cadenas; que al proclamar lo hable sin temor, como debo hablar.
(Efesios 6:20)Por eso, cuando mandaron a buscarme, vine sin poner ninguna objeción. Pregunto, pues, ¿por qué causa me han llamado?"
(Hechos 10:29)Hubiera querido retenerlo conmigo, para que me sirviera en lugar tuyo en mis prisiones por el evangelio (las buenas nuevas).
(Filemón 1:13)