de tal manera que incluso llevaban pañuelos o delantales de su cuerpo a los enfermos, y las enfermedades los dejaban y los malos espíritus se iban de ellos.
(Hechos 19:12)Pero también algunos de los Judíos, exorcistas ambulantes, trataron de invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: "Les ordeno que salgan, en el Nombre de Jesús a quien Pablo predica."
(Hechos 19:13)Siete hijos de un tal Esceva, uno de los principales sacerdotes Judíos, eran los que hacían esto.
(Hechos 19:14)Pero el espíritu malo les respondió: "A Jesús conozco, y sé quién es Pablo, pero ustedes, ¿quiénes son?"
Y el hombre en quien estaba el espíritu malo se lanzó sobre ellos, y los dominó y pudo más que ellos, de manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.
(Hechos 19:16)Supieron esto todos los habitantes de Efeso, tanto Judíos como Griegos. El temor se apoderó de todos ellos, y el nombre del Señor Jesús era exaltado.
(Hechos 19:17)También muchos de los que habían creído continuaban viniendo, confesando y declarando las cosas que practicaban.
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Hechos 19:15 - Referencia Cruzada
Entonces un espíritu se adelantó, y se puso delante del SEÑOR, y dijo: 'Yo lo persuadiré.'
(1 Reyes 22:21)Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de El, y dijo en alta voz: "¿Qué tienes Tú que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes."
(Lucas 8:28)La serpiente era más astuta que cualquiera de los animales del campo que el SEÑOR Dios había hecho. Y dijo a la mujer: "¿Conque Dios les ha dicho: 'No comerán de ningún árbol del huerto'?"
(Génesis 3:1)Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y expulsó muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque ellos sabían quién era El.
(Marcus 1:34)¿Cómo te llamas?" le preguntó Jesús. "Me llamo Legión," respondió, "porque somos muchos."
(Marcus 5:9)Y gritaron: "¿Qué hay entre Tú y nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes del tiempo (designado para el juicio)?"
(Mateo 8:29)Y había en la sinagoga un hombre poseído por el espíritu de un demonio inmundo, y gritó a gran voz:
(Lucas 4:33)Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba: "Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes les proclaman el camino de salvación."
(Hechos 16:17)¿Qué tienes que ver con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quien Tú eres: el Santo de Dios."
(Marcus 1:24)