Nueva Biblia Latinoamericana
Herodes (Agripa I) estaba muy enojado con los de Tiro y de Sidón. Pero ellos, de común acuerdo se presentaron ante él, y habiéndose ganado a Blasto, camarero del rey, pedían paz, pues su región era abastecida por el territorio del rey. (Hechos 12:20)
El día señalado, Herodes (Agripa I), vestido con ropa real, se sentó en la tribuna y comenzó a hablarles. (Hechos 12:21)
Y la gente gritaba: "¡Voz de un dios y no de un hombre es ésta!" (Hechos 12:22)
Al instante un ángel del Señor lo hirió, por no haber dado la gloria a Dios; y Herodes (Agripa I) murió comido de gusanos.
Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba. (Hechos 12:24)
Bernabé y Saulo regresaron de Jerusalén después de haber cumplido su misión (ministerio), llevando consigo a Juan, llamado también Marcos. (Hechos 12:25)
En la iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simón llamado Niger, Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con Herodes (Antipas, hijo de Herodes el Grande) el tetrarca, y Saulo. (Hechos 13:1)

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Hechos 12:23 - Referencia Cruzada

Han sido derribadas al Seol Tu ostentación y la música de tus arpas. Debajo de ti las larvas se extienden como cama, Y los gusanos son tu cobertura.' (Isaías 14:11)
¿A quién has injuriado y blasfemado? ¿Y contra quién has alzado la voz Y levantado con orgullo tus ojos? ¡Contra el Santo de Israel! (Isaías 37:23)
Moisés y Aarón fueron a Faraón, y le dijeron: "Así dice el SEÑOR, el Dios de los Hebreos: '¿Hasta cuándo rehusarás humillarte delante de Mí? Deja ir a Mi pueblo, para que Me sirva. (Éxodo 10:3)
Y cuando salgan, verán Los cadáveres de los hombres Que se rebelaron contra Mí; Porque su gusano no morirá, Ni su fuego se apagará, Y serán el horror de toda la humanidad." (Isaías 66:24)
Cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, lo adoró. (Hechos 10:25)
Y después de deshecha mi piel, Aun en mi carne veré a Dios; (Job 19:26)
Cuando el ángel extendió su mano hacia Jerusalén para destruirla, el SEÑOR se arrepintió del mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: "¡Basta! ¡Detén ahora tu mano!" Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Arauna el Jebuseo. (2 Samuel 24:16)
No a nosotros, SEÑOR, no a nosotros, Sino a Tu nombre da gloria, Por Tu misericordia, por Tu fidelidad. (Salmos 115:1)
Así que el SEÑOR envió pestilencia sobre Israel, y cayeron 70,000 hombres de Israel. (1 Crónicas 21:14)
El SEÑOR envió un ángel que destruyó a todo guerrero valiente, comandante y capitán en el campamento del rey de Asiria. Así regresó avergonzado a su propia tierra. Y cuando entró al templo de su dios, algunos de sus propios hijos lo mataron allí a espada. (2 Crónicas 32:21)
el rey reflexionó, y dijo: "¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado como residencia real con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad?" (Daniel 4:30)
Y aquel siervo que sabía la voluntad de su señor, y que no se preparó ni obró conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; (Lucas 12:47)
Mi carne está cubierta de gusanos y de una costra de tierra; Mi piel se endurece y supura. (Job 7:5)
Y unos diez días después, sucedió que el SEÑOR hirió a Nabal, y murió. (1 Samuel 25:38)
Pues el SEÑOR pasará para herir a los Egipcios. Cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes de la puerta, el SEÑOR pasará de largo aquella puerta, y no permitirá que el ángel destructor entre en sus casas para herirlos . (Éxodo 12:23)
Después de todo esto, el SEÑOR hirió a Joram en los intestinos con una enfermedad incurable. (2 Crónicas 21:18)
Y todavía te enalteces contra Mi pueblo no dejándolos ir. (Éxodo 9:17)
Oh rey, el Dios Altísimo concedió a tu padre Nabucodonosor soberanía (el reino), grandeza, gloria y majestad. (Daniel 5:18)
Y a la medianoche, el SEÑOR hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito del ganado. (Éxodo 12:29)
Aconteció que aquella misma noche salió el ángel del SEÑOR e hirió a 185,000 en el campamento de los Asirios. Cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres. (2 Reyes 19:35)
Hijo de hombre, dile al príncipe de Tiro: 'Así dice el Señor DIOS: "Aun cuando tu corazón se ha enaltecido Y has dicho: 'Soy un dios, Sentado estoy en el trono de los dioses, En el corazón de los mares,' No eres más que un hombre y no dios, Aunque hayas puesto tu corazón como el corazón de un dios. (Ezequiel 28:2)
Pero cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas y se lanzaron en medio de la multitud, gritando: (Hechos 14:14)
Si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego que no se apaga, (Marcus 9:43)
Este se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios o es objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de Dios, presentándose como si fuera Dios. (2 Tesalonicenses 2:4)
¿Dirás aún: "Un dios soy," En presencia de tu verdugo, Tú que eres un hombre y no Dios, En manos de los que te hieren? (Ezequiel 28:9)
Porque esa noche pasaré por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombre como de animal. Ejecutaré juicios contra todos los dioses de Egipto. Yo, el SEÑOR. (Éxodo 12:12)
Porque como a vestido se los comerá la polilla, Y como a lana se los comerá la larva. Pero Mi justicia durará para siempre, Y Mi salvación por todas las generaciones." (Isaías 51:8)