Nueva Biblia Latinoamericana
No comerán nada leudado. En todo lugar donde habiten comerán panes sin levadura.'" (Éxodo 12:20)
Entonces Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: "Saquen del rebaño corderos para ustedes según sus familias, y sacrifiquen la Pascua. (Éxodo 12:21)
Tomarán un manojo de hisopo, y lo mojarán en la sangre que está en la vasija, y untarán con la sangre que está en la vasija el dintel y los dos postes de la puerta. Ninguno de ustedes saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana. (Éxodo 12:22)
Pues el SEÑOR pasará para herir a los Egipcios. Cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes de la puerta, el SEÑOR pasará de largo aquella puerta, y no permitirá que el ángel destructor entre en sus casas para herirlos .
Y guardarán esta ceremonia como ordenanza para ustedes y para sus hijos para siempre. (Éxodo 12:24)
Cuando entren a la tierra que el SEÑOR les dará, como ha prometido, guardarán este rito. (Éxodo 12:25)
Y cuando sus hijos les pregunten: '¿Qué significa este rito para ustedes?' (Éxodo 12:26)

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Éxodo 12:23 - Referencia Cruzada

Porque esa noche pasaré por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombre como de animal. Ejecutaré juicios contra todos los dioses de Egipto. Yo, el SEÑOR. (Éxodo 12:12)
Maten a viejos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquen a ninguno sobre quien esté la señal. Comenzarán por Mi santuario." Comenzaron, pues, con los ancianos que estaban delante del templo. (Ezequiel 9:6)
Se les dijo que no dañaran la hierba de la tierra, ni ninguna cosa verde, ni ningún árbol, sino sólo a los hombres que no tienen el sello de Dios en la frente. (Apocalipsis 9:4)
y el SEÑOR le dijo: "Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella." (Ezequiel 9:4)
No hagan daño, ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que hayamos puesto un sello en la frente a los siervos de nuestro Dios." (Apocalipsis 7:3)
y a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la sangre de Abel. (Hebreos 12:24)
Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre, para que el exterminador de los primogénitos no los tocara a ellos. (Hebreos 11:28)
Cuando el ángel extendió su mano hacia Jerusalén para destruirla, el SEÑOR se arrepintió del mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: "¡Basta! ¡Detén ahora tu mano!" Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Arauna el Jebuseo. (2 Samuel 24:16)
Y salió el ángel del SEÑOR e hirió a 185,000 en el campamento de los Asirios. Cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres. (Isaías 37:36)
Ni murmuren, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor. (1 Corintios 10:10)