Conversando con él, entró y halló mucha gente reunida.
(Hechos 10:27)Entonces Pedro les dijo: "Ustedes saben que no es lícito para un Judío asociarse con un extranjero o visitarlo, pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo llamar impuro o inmundo.
(Hechos 10:28)Por eso, cuando mandaron a buscarme, vine sin poner ninguna objeción. Pregunto, pues, ¿por qué causa me han llamado?"
(Hechos 10:29)Y Cornelio respondió: "Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo orando en mi casa a la hora novena (3 p.m.); y un hombre con vestiduras resplandecientes, se puso delante de mí,
y dijo: 'Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus obras de caridad han sido recordadas delante de Dios.
(Hechos 10:31)Envía unos hombres a Jope, y haz llamar a Simón, que también se llama Pedro; él está hospedado en casa de Simón el curtidor, junto al mar.'
(Hechos 10:32)Por tanto, al instante envié a buscarte, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado."
(Hechos 10:33)Otras publicaciones relacionadas con "Hechos 10:30":
Hechos 10:30 - Referencia Cruzada
Su aspecto era como un relámpago, y su vestidura blanca como la nieve;
(Mateo 28:3)Entonces Pedro los invitó a entrar y los hospedó. Al día siguiente se levantó y fue con ellos, y algunos de los hermanos de Jope lo acompañaron.
(Hechos 10:23)Pero él les dijo: "No se asusten; ustedes buscan a Jesús el Nazareno, el que fue crucificado. Ha resucitado, no está aquí; miren el lugar donde Lo pusieron.
(Marcus 16:6)Aconteció que estando ellas perplejas por esto, de pronto se pusieron junto a ellas dos varones en vestiduras resplandecientes.
(Lucas 24:4)El día veinticuatro de ese mes se congregaron los Israelitas en ayuno, vestidos de cilicio y con polvo sobre sí.
(Nehemías 9:1)Después que se había ido el ángel que le hablaba, Cornelio llamó a dos de los criados y a un soldado piadoso de los que constantemente le servían.
(Hechos 10:7)Como a la hora novena (3 p.m.), vio claramente en una visión a un ángel de Dios que entraba a donde él estaba y le decía: "Cornelio."
(Hechos 10:3)Aún estaba yo hablando, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentando mi súplica delante del Señor mi Dios por el santo monte de mi Dios,
(Daniel 9:20)Cierto día Pedro y Juan subían al templo a la hora novena (3 p.m.), la hora de la oración.
(Hechos 3:1)Entonces se reunieron conmigo todos los que temblaban ante las palabras del Dios de Israel por causa de la infidelidad de los desterrados, y estuve sentado atónito hasta la ofrenda de la tarde.
(Esdras 9:4)Mientras Jesús ascendía, estando ellos mirando fijamente al cielo, se les presentaron dos hombres en vestiduras blancas,
(Hechos 1:10)